Irrenunciables las ventajas que ofrece México a las armadoras, dice empresario saltillense
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Se ubicaría en el norte y sería de grandes dimensiones, dice Héctor Horacio Dávila
Los hoteleros de la Región Sureste de Coahuila tienen muy avanzado un estudio de viabilidad y factibilidad para la construcción de un Centro de Convenciones, el cual se ubicaría preferentemente en el sector norte de Saltillo y vendría a cubrir el déficit de un gran inmueble que pueda recibir exposiciones de maquinaria e industria de grandes dimensiones, explicó el presidente de la Asociación de Hoteles de Coahuila, Héctor Horacio Dávila.
“Los hoteleros somos quienes creamos la idea y estamos empujando para que realmente el Centro de Convenciones exista. Les dimos un ejemplo: que cuando un centro de convenciones se instaló en La Paz, Baja California, en automático llegaron nueve hoteles”, explicó Dávila Rodríguez.
De acuerdo con el empresario hotelero, por su tamaño, la zona metropolitana de Saltillo necesita de un centro de convenciones, además el tipo de mercado que genera la economía de la región —automotriz y electrónico— también lo requiere, inclusive que sea de grandes dimensiones.
“Este centro debe generar sus propios eventos y recursos. No queremos un elefante blanco”, dijo Dávila Rodríguez.
Los hoteleros de la Región Sureste, principalmente, han empezado por hacer una parte del estudio de factibilidad y viabilidad del recinto, así como definir un área en donde sería conveniente que estuviera y se ha escogido el norte de Saltillo.
“Aquí lo que ha faltado es la decisión del Gobierno, que exista la voluntad de que se impulse el proyecto ante el Gobierno Federal y que cooperen además las administraciones municipales”, señaló.
El presidente de la Asociación de Hoteles de Coahuila recordó también que en campaña, el gobernador electo Miguel Riquelme se comprometió a ver el proyecto e impulsarlo.
“Ahora lo que queremos es que a las palabras no se las lleve el viento. Lo que queremos es un centro con energía, iluminación, espacios y estacionamiento suficiente para albergar maquinaria grande de hasta 300 toneladas o más en exposiciones, porque la industria asentada aquí, así lo requiere”, dijo.
La propuesta para la construcción de un gran centro de convenciones en Saltillo no es nueva; en cada sexenio el tema es puesto en la mesa y pese a la urgencia, a la fecha no ha sido llevada a cabo.
Ensambladoras
Ventajas de las armadoras en México
Mejor calidad en la producción.
Mano de obra barata.
Ubicación estratégica para las exportaciones.
6 mil dólares más barato cuesta armar un automóvil en México.
En México existen todo tipo de armadoras.
Doble beneficio. Las armadoras de automóviles (General Motors) prefieren la mano de obra de la región, por su calidad y costo.
Confianza en que el TLCAN beneficie al sector automotriz
La iniciativa privada de la Región Sureste de Coahuila tiene confianza en que habrá mejoras para la industria automotriz en la renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), porque las armadoras asentadas en México nunca han tenido pérdidas y así quieren seguir, explicó el empresario Héctor Horacio Dávila.
“Todos los empresarios que son ensambladores están con México: Ford, GM, Chrysler, Toyota, BMW, todos están a que siga el Tratado de Libre comercio y que no cambie, porque aquí hay una ventaja competitiva con la mano de obra”, dijo.
A una empresa automotriz le sale 6 mil dólares más barato ensamblar un automóvil en México, que en cualquier parte del mundo, incluso en China, en donde también la mano de obra es barata.
Los ensambladores, que en buena medida tienen capital norteamericano, hicieron un intento de producir en China, explicó el empresario coahuilense, pero les fue mal por varios motivos.
En cuanto al sector automotriz hay confianza en que se conserven la mayoría de los acuerdos, dijo, aunque los Estados Unidos sí va a tratar de sacar ventaja, pero se va a respetar el origen, porque el tratado ha funcionado bien para los tres países.
Una de las expectativas que podría cumplirse es que se acuerden incentivos a productividad o bien aumentos de sueldo para los trabajadores mexicanos, porque además las trasnacionales están llevándose las ganancias “libres de polvo y paja”, explicó Dávila Rodríguez.
De acuerdo con el empresario, uno de los errores que se ha detectado ahora y que se espera sea corregido, es que tras la firma del TLCAN en 1993, se esperaba que la industria mexicana estuviera a la par que a la de Canadá y Estados Unidos en 10 años.
Sin embargo, el Gobierno Mexicano no creó un fondo para incentivar la inversión, ni la capacitación, para que verdaderamente la industria de diferentes sectores llegaran al mismo nivel que la de Canadá y Estados Unidos.
