La historia detrás de LBASi
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Las ocurrencias de LBASi y las letras de sus canciones sacaron carcajadas constantes entre la audiencia
La solemnidad habitual de una nota periodística no resultaría adecuada para narrar los eventos de la presentación del “Documental más Verga del Mundo” pues está en su esencia tanto como en la de LBASi la irreverencia y el buen humor.
Contando con la presencia del propio artista, quien aprovechó las pruebas de sonido para aventarse un tentempié musical previo al estreno en Saltillo del documental, la Taberna el Cerdo de Babel se encontró atiborrada de personas que no tuvieron de otra más que observar de pie, entre las jardineras del callejón Ocampo, la proyección.
Pero bien que la disfrutaron. Las ocurrencias de LBASi y las letras de sus canciones sacaron carcajadas constantes entre la audiencia. En tres ocasiones contó el origen de su nombre artístico y en las tres ocasiones el descaro de la mentira resultó un regocijo.
El carisma de su hija más pequeña también fue un punto memorable del filme. Su energía y creatividad para el humor (probablemente heredados), aunque contrastaban con los de la hija mayor del artista, apoyaron el sentido relajado de la historia.
Sólo los momentos donde el padre de LBASi expresaba su opinión sobre el trabajo de su hijo el tono cambiaba por uno más serio, pero no tanto, él también se aventó sus chascarrillos.
Inspirado en las grabaciones del mismo documental, el cantautor de Piedras Negras creó su nuevo éxito: “La Canción más Verga del Mundo”, con cuyo videoclip cerró el largometraje y que lo mostraba con dramáticas tomas aéreas, cantando a los cuatro vientos, desde la punta de un cerro, feliz de saberse libre de poder expresar su arte a su tan particular manera.