Policía comete error al tratar de salvar a un 'bebé' encerrado en un auto, y ahora tendrá que pagar el vidrio que rompió
COMPARTIR
TEMAS
Notó que su cara estaba pálida con manchas rojas. Sin dudarlo comenzó a hacer resucitación artificial, cuando notó algo muy raro en su boca y en el bebé en general.
La noticia se hizo viral por la equivocación del policía, sin embargo, también sirvió para traer a colación este tema que aunque se toca todos los veranos, aún hay padres dejando a sus hijos encerrados en los coches, y aún hay vidas que se pierden por esta razón.
De acuerdo a la organización Kids And Cars, alrededor de 37 niños mueren en Estados Unidos al año al ser dejados accidentalmente por los adultos que están a su cuidado, solos en autos a altas temperaturas. Un número que deberíamos mantener en CERO.
Un error con una buena intención
Este caso tiene un final feliz, que a la vez trajo mucha atención a este tema.
De acuerdo a lo publicado por el Newsner, Jason Shortman, un policía en Keene, New Hampshire, estaba de servicio cuando lo llamaron luego de que alguien llamara al 911 para reportar un bebé solo en un coche caliente.
Jason acudió y sin pensarlo dos veces, rompió la ventana para salvar al bebé.
Notó que su cara estaba pálida con manchas rojas. Sin dudarlo comenzó a hacer resucitación artificial, cuando notó algo muy raro en su boca y en el bebé en general. No se trataba de un bebé, se trataba de un muñeco que la dueña del coche había comprado recientemente.
Shortman, se dio cuenta de su terrible error, ya que había roto la ventanilla del auto por “salvar” a un muñeco por el que la dueña había pagado 1.800 euros.
Shortman tuvo que ir a la peluquería en la que se encontraba la mujer a decirle que le había roto la ventanilla para sacar al muñeco. Según la misma fuente, la mujer se enojó al principio por el daño a su automóvil.
En una entrevista con WMUR 9, él explicó que vio al bebé envuelto con una manta fina, que podía ver sus piecitos y que tenía una mamadera con leche”.
Shortman agregó que “parecía sin vida, parecía que estaba muerto”, y eso fue exactamente lo que lo impulsó a romper la ventanilla.
“Se veía y sentía como un bebé”, continuó diciendo el oficial en su entrevista para defender su acción. Y efectivamente, el muñeco se ve sumamente realista, pesa un poco más de 4 kilos y estaba vestido con ropa de bebé.
Shortman también comentó que si una persona está dispuesta a comprar un muñeco así y llevarlo en el vehículo contigo, también deberías “dispuesto a llevarlo contigo al negocio para que no te suceda algo así”.
Al final de la historia todos quedaron contentos, y aliviados por no haberse tratado de un bebé de verdad.
Golpes de calor en los niños y los peligros mortales
Recientemente cubrimos una historia acerca de una mamá que fue a despertar a su hija de una siesta y la encontró inconsciente en su propio cuarto. El calor del cuarto la había afectado de manera tal que había perdido el conocimiento y los niveles de azúcar en su cuerpo habían bajado peligrosamente.
Los niños pueden sufrir golpes de calor en el hogar, jugando afuera a altas temperaturas, y no tan sólo cuando son dejados en un coche caliente. Por ello es importante que sigamos algunos consejos en caso de un golpe de calor en un niño o en un bebé.
Según la Organización de la Salud de los Niños, los golpes de calor pueden causar:
Calambres de calor
“Los niños son muy propensos a sufrir estos golpes de calor cuando no están consumiendo suficientes líquidos”. Y aunque estos calambres provocados por el calor no son serios, pueden ser el síntoma de que el calor ha obrado más daño del que creemos en nuestros pequeños.
Agotamiento por calor
Esta es una situación más seria que indica que el niño está deshidratado por el exceso de calor. Sus síntomas son aumento en la sed, debilidad, desmayos, calambres musculares, nauseas, vómito, irritabilidad, dolor de cabeza, piel fría y temperatura corporal alta.
En ambos casos se recomienda que tratemos de refrescarlos moviéndolos a un lugar que esté fresco, aligerar la ropa, hacer que tome agua y que se hidrate, colocar paños con agua fría en la frente, axilas, cuello e ingle. Llama a un médico para asegurarte de que no es algo más grave que necesita mayor atención.
Si el niño se desmaya o te cuesta despertarlo, lo mejor es que contacte cuidado médico de emergencia.
