Relatos de la Comarca

1. La Fiesta. La fiesta del verano de 1661, organizada por el superintendente de Finanzas Fouquet, fue espléndida, hubo una suntuosa cena, una representación de Molière, un espectáculo y fuegos artificiales; todo bajo la dirección de François Vatel.

Los invitados quedaron satisfechos, sólo hubo uno que no. El monarca Luis XIV no apreció tal derroche, tanto en la fiesta como en el castillo, que superaba a cualquiera de sus propiedades. Esto y quizá los celos de algún oculto enemigo provocaron las sospechas de malversación de fondos de la Corona por parte del Superintendente. Con esta excusa, el 5 de septiembre, Fouquet fue arrestado, procesado y condenado a cadena perpetua. Después, el Rey adquirió objetos del castillo y solicitó a Le Vau, Le Brun y Le Notrê que realizaran el nuevo palacio de Versalles.

El cumpleaños del verano comarcano del 2016 fue similar; el derroche de recursos, evidente; aquí los jamones serranos, allá los quesos roquefort, camembert, manchegos, en una mezcla elegante con los platillos servidos a  mil 46 invitados al festejo coordinado por David Aguillón y María Esther Monsiváis.

No hubo necesidad de presentar facturas. Los cálculos más conservadores hablan de tres millones de pesos; los menos, seis millones, ya que incluyeron transportación de invitados de todos los confines del Estado.

Recuerdo otra fiesta de cumpleaños en abril del 2010: un escenario tan modesto que hasta a un consejero electoral le tocó llevar el chicharrón al festejado. Hoy los excesos del delfín rememoran a Fouquet.

2. La visita. Dos escenarios, una sola familia. Primero el exiliado, populachero, abandonado a su suerte por los muchos “amigos”, con socios en la cárcel y otros apenas librándola, al darse cuenta que en el 2017 el imperio de 12 años será derribado, busca el fuero y entonces aparece en tierras prohibidas con la intención de recuperarlo a través de una diputación o una alcaldía de las de un año.

El baile se organiza. Ahí están las lideresas fieles y, cómo no, pléyades de a 50 pesos por día y una despensa. Guapachoso con el cuidado de aparecer en las redes sociales y los videos piratas, el exiliado incita las carnosidades de las dueñas de colonias y el huateque se anima, provoca, notifica que está presente, el bailarín magisterial que reta al familiar cercano a través de los influjos de la cumbia titulada: “Báilamela suavecito”. 

Al norte de la ciudad la residencia es suntuosa, ampliada y llena de personal de vigilancia. El golpe sobre la mesa es contundente y lleno de rabia. La pregunta es: ¿qué no entiende que yo soy el que mando?

Los pocos colaboradores que aún quedan, no leales sino en la nómina, tratan de calmar los ánimos exaltados y el riesgo que al poderoso se le suba el azúcar de nuevo, como en la visita de Peña Nieto a Piedras Negras. La amenaza surge, baja el telón.

3. Las cuentas. Denunciado por el diario Reforma, el desfalco administrativo supura en este fin de sexenio coahuilteca, que pudiera convertirse en anticipado ya que a Peña Nieto le urge una acción contundente que recupere la confianza y ofrezca al pueblo coahuilense una administración transparente, honesta y de bien.

Las empresas son múltiples. Entre ellas la del esposo de la Secretaria favorita de la administración, María Esther Monsiváis.
Nuberia Comercial de México, Asha Consultores Especializados, Consultora Murano, Consultora Integral Vilzel y Hotelería y Alimentos GRF son algunas de las empresas fantasmas a las que la administración de Rubén Moreira les asignó contratos a través de adjudicaciones directas que las exentan de participar en licitaciones públicas.

El reportaje afirma que fuentes internas de la Secretaría de Finanzas refieren que solamente recibe los telefonazos de arriba: “urge este pago” o “sácalo ya, Julián”.

El desfalco llegaría a los 160 millones de pesos, de los que primero Chuyito, el breve, y luego su cuñado Lito no encuentran manera de justificar y salen con el argumento: “todo está en las páginas de transparencia”.

El propio Gobernador ha declarado en forma contradictoria con argumentos que van del: “YO NO SÉ NADA”,  lo voy a “pensar más mejor”, al “habrá nuevas medidas para identificar a los proveedores, con curriculum y foto”. Entretanto, el reloj sigue corriendo letal y exacto: tic-tac.