Alimentación integral
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Nuestra salud y bienestar se ven influidos por el tipo y la cantidad de alimentos consumidos; el apetito es, entre otras cosas, la sensación consciente de hambre.
Para una buena salud, los alimentos que consumimos deben proporcionarnos ciertas cantidades diarias de los siguientes nutrimentos:
Proteínas
En la pirámide están representadas por los lácteos (leche y sus derivados), las carnes, las aves, los huevos, los pescados y mariscos. Se recomiendan tres porciones al día de proteínas, una en cada comida.
Hidratos de carbono
También llamados carbohidratos, son de dos tipos: los complejos, que son los harinosos, representados en la pirámide por los panes, los cereales y otros granos; los simples, que son fundamentalmente azúcares y están representados en la pirámide por los pasteles y los dulces en general. En casi todas las pirámides preparadas por los nutriólogos modernos, los hidratos de carbono complejos forman la base más amplia de ella.
Las raciones de hidratos de carbono recomendadas varían de una pirámide a otra y van de cinco diarias, hasta doce. Sin embargo, lo razonable es moderar el consumo de hidratos de carbono complejos. De tres a cinco porciones es una cantidad adecuada.
Vitaminas y minerales
Están representados en la pirámide por las frutas y los vegetales. Ocupan el segundo lugar en la pirámide, de abajo para arriba, y muchos nutriólogos la consideran la parte más importante de una buena alimentación. Son especialmente importantes para conservar la salud, porque son bajas en contenido calórico y tienen una gran capacidad de saciedad.
Grasas
Son un nutrimento importante que cumple muchas funciones básicas para la salud. Deben consumirse con moderación, por su alto contenido de calorías y porque algunas de ellas dañan el corazón y las arterias si se consumen en exceso. Se sugieren grasas de origen vegetal (aceite de oliva, de maíz o girasol, margarina vegetal).