Analiza Obama el enviar soldados a frontera con México para combatir a narcos
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WASHINGTON.- El presidente Barack Obama declaró que iba a estudiar si las actuales circunstancias ameritaban la movilización de soldados estadounidenses a la frontera con México para enfrentar la violencia de los carteles de la droga, pero negó que sea su interés la militarización de la zona.
``Estamos combatiendo con una mano atada por la espalda porque nuestro esfuerzo de reducir la demanda está groseramente sin fondos'', comentó el mandatario en una entrevista que concedió el miércoles a 14 reporteros regionales de Estados Unidos y que estaba siendo fragmentariamente difundida el jueves por esos medios.
``En promedio, una persona que busca tratamiento serio contra la adicción en una ciudad como Dallas o Chicago tiene que esperar tres, cuatro o seis meses para ser atendida'', añadió Obama.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, hizo notar que Obama ha señalado ``una vez más que nuestros retos de largo plazo relacionados con muchas decisiones políticas sobre la frontera no van a resolverse en el largo plazo con la militarización de la frontera''.
Es la primera vez que se menciona durante el gobierno de Obama, de menos de dos meses, que Estados Unidos estaba dispuesto a enviar soldados a la frontera a raíz de la violenta reacción a la campaña del presidente Felipe Calderón contra los carteles mexicanos de la droga.
George W. Bush, el antecesor de Obama, movilizó soldados a la frontera hace tres años para apoyar a la patrulla fronteriza en casos de inmigrantes indocumentados.
Durante los últimos dos días, Calderón y sus principales colaboradores han criticado declaraciones de funcionarios estadounidenses, particularmente del director de Inteligencia Nacional, vicealmirante Dennis C. Blair, quien dijo que la violencia de los carteles mexicanos de la droga impiden al gobierno mexicano controlar partes de su territorio.
El miércoles, Calderón exigió a Estados Unidos un ``mínimo'' sentido de corresponsabilidad en el combate al narcotráfico y retó a quien crea que algún punto de México no tiene gobernabilidad a viajar al país para llevarlo él mismo y demostrarle que no es así.
El mandatario mexicano destacó que su vecino del norte es el mayor consumidor de drogas y el principal proveedor de armas en el mundo.
Citado por The Dallas Morning, uno de los invitados a la entrevista con Obama, el mandatario estadounidense declaró que estaba siguiendo de cerca el fenómeno de la violencia en México.
``Tenemos una frontera verdaderamente grande'', dijo. ``No estoy interesado en militarizarla''.
Obama declaró luego: ``Vamos a examinar si unos desplazamientos de la Guardia Nacional tendrían sentido y bajo qué circunstancias''.
Indicó que continuará trabajando estrechamente con México y que ``en unos meses'' daría a conocer su política para reducir la demanda de drogas en Estados Unidos y bloquear el flujo de dinero y armas hacia el sur que da a los carteles ``un extraordinario poder''.
``Esta es de verdad una situación de doble vía'', dijo Obama. Gibbs declaró a reporteros que hubo ``peticiones específicas'' para el envío de miembros de la Guardia Nacional a la frontera debido a que había escalado la violencia en México.
Obama se ha comprometido a revisar esas peticiones junto con la secretaria Janet Napolitano, de Seguridad Interior, para darlas el curso correspondiente, pero indicó que desconocía la fecha de una recomendación o decisión al respecto.
``Ciertamente el presidente someterá esas peticiones a opinión (de sus asesores)'', dijo Gibbs.
El comentario de Obama se produjo cuando en el Congreso continuaban las audiencias ante diversos paneles sobre la situación en México.
Los carteles ``en muchos casos están mejor financiados y mejor armados'' que los agentes mexicanos y asestan duros golpes, pero ``eso no, repito, no es un indicio de la incapacidad del gobierno de México de mantener el control'' de la lucha antidrogas, dijo Alonzo Peña, agregado de seguridad de la embajada estadounidense en México.
Peña, emisario del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos que trabaja en una división de unas 50 personas, formuló el comentario ante el subcomité de asuntos fronterizos, marítimos y antiterrorismo global de la Cámara de Representantes.