2020… AÑO DECISIVO
COMPARTIR
TEMAS
El incremento de 20% al salario mínimo para el 2020 tiene un doble mensaje del gobierno federal: continuar la distribución de la riqueza desde las unidades productivas y de comercialización; y la aplicación progresiva de un modelo económico de intervención y orientación estatal de la economía, con los riesgos que esto implique.
Con incisivas y permanentes críticas -como a ningún gobierno anterior en su primer año, de medios, organizaciones civiles y empresariales y organismos descentralizados-, el primer año del gobierno de centro-izquierda fue de ajuste en los egresos: reducción del gasto corriente en casi 500 mil millones de pesos (mmdp); Ley de Austeridad para evitar dispendio presupuestal; disminución presupuestal a Dependencias; subejercicio del gasto para no presionar el nivel de precios.
Asimismo, inicialmente se fortaleció el mercado interno: incremento de 16.2% al salario mínimo; apoyos económicos directos (adultos mayores, construcción de caminos y plantación de árboles -sobre todo en el sureste del país-, jóvenes aprendices, entre otros) que sumaron más de 643 mmdp (2 billones 379.2 mmdp total para “desarrollo social”: salud, educación, vivienda, cultura, protección social y medio ambiente).
El consumo privado tuvo alzas y bajas, sin reducción no fueron acentuada con tendencia al alza, según Inegi, de enero a noviembre el consumo de bienes y servicios nacionales creció en 2.4% y los importados en 3.5%.
Lo favorable de esta parte de la demanda agregada -aún con reducida inversión de capital- es que, con más ingresos directos e indirectos de la población de menos recursos, el incremento de precios fue 2.63% anual en la primera quincena de diciembre, esperando cerrar alrededor de 3%, lo que no ocurría desde 2016 con 3.36%. Inclusive, el desempleo abierto se ubica alrededor de 3.5%, similar a 3.7% del 2018.
Según Inegi, a septiembre la inversión extranjera directa creció 7.8% respecto al mismo mes del año pasado y al mes de noviembre de 2019 se tuvo un superávit comercial de 790.4 millones de dólares, componentes también de la demanda agregada.
En parte, el subejercicio calculado del gasto (155 mmdp a noviembre) representa circulante de dinero controlado, lo que contribuyó al reducido nivel inflacionario; en el 2020 el presupuesto de gasto crecerá 6.4%, de 5.8 a 6.2 billones de pesos. Se proyectaba que el aumento al salario mínimo no rebasaría el 15%, sin embargo, 20% de incremento inducirá que las decisiones en tasa de interés del Banco de México se coordinarán con precisión a la política de gasto federal, para evitar presiones inflacionarias.
Además, dicha tasa referencial -al ahorro- a la fecha es de 7.25% y, a la baja, seguirá con amplia diferencia respecto a tasas internacionales (1.5% en Estados Unidos, China 4.20% y Unión Europea tasas negativas de hasta -0.5%), así, el tipo de cambio no se deprecia acentuadamente y los costos de importación no incrementan los precios.
En política económica 2019 fue un año de articulación y rectificación, con déficit fiscal cero, sin incremento en impuestos, menos recaudación de lo previsto en alrededor de -4% y reajustes presupuestales, lo que ocasionó desconcierto y críticas insistentes por el reducido crecimiento económico. Hasta cierto punto “encontradas”, las decisiones económicas fueron para mantener estables las variables macroeconómicas y no atemorizar a los mercados financieros, asimismo para cumplir compromisos de campaña con clases populares, políticamente “clientelares” según analistas.
Aun con desaceleración económica mundial, y ya con la firma del T-MEC, es necesario dinamizar la inversión pública y privada -sobre todo en infraestructura productiva- y el consumo gubernamental (componentes de demanda agregada, dinero circulante), así en 2020 se prevé que el crecimiento sea alrededor de 1.5%. Sin embargo, salarios y programas sociales pueden presionar la inflación, de ahí la necesidad de progresividad calculada en gasto y prudencia en tasas de interés.
Aparte de avanzar ya en seguridad pública, sin excusas, para la 4T el año 2020 es decisivo, crecer e impulsar el desarrollo integral de la sociedad, aún con insistentes y permanentes críticas de la derecha política, intelectual, académica y empresarial. Veremos.