‘Actitud: Motor de Cambio’
COMPARTIR
TEMAS
Desde hace 25 años, en la ciudad se realiza el Congreso Regional de la Mujer, un espacio que nos ayuda a reflexionar
En el comienzo del sábado 1 de enero de 1994, mientras entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantaba en armas en el estado de Chiapas, exponiendo a nivel mundial las desigualdades sociales y la terca pobreza que aún padece México.
Luego, el 23 de marzo, en Lomas Taurinas, Tijuana, el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional, Luis Donaldo Colosio, era asesinado.
Tal vez, 1994, fue el año en que México cambió para siempre, y no me equivocaría al afirmar que los eventos que cimbraron al país en ese aciago año, aún tienen resonancia en el ocaso de la segunda década del milenio.
EL NACIMIENTO
En 1994, también nació una tradición en nuestra ciudad, un evento que llega hasta nuestros días y que, desde entonces, puntualmente, año tras año, enciende la esperanza de una sociedad cada vez más contaminada por el desaliento y las malas noticias, me refiero al Congreso Regional de la Mujer que cada año se actualiza y sigue tan vigente como lo fue el primero que se realizó hace, precisamente, 25 años.
Me emociona constatar que han sido años de esfuerzo y constancia en la realización de este magno Congreso que, indudablemente, ha influido positivamente en nuestra comunidad, proponiendo siempre caminos para encontrar nuevas posibilidades y oportunidades para ser mejores personas, brindando buenas noticias, proponiendo reflexiones y razones esperanzadoras y optimistas, precisamente en un mundo en donde pareciera que la sociedad ha extraviado el valor cardinal y vital que es la esperanza.
Me consta que este Congreso, organizado por Familia Unida Saltillo y Pastoral Familiar, se distingue por la profundidad de los temas expuestos, por el impacto que logra en el desarrollo integral de la persona y por la excelsa calidad de los expositores que intervienen en el Congreso.
LA CITA
En esta ocasión, el XXV Congreso Regional de la Mujer, se llevará al cabo los días 19 y 20 de septiembre, en Villa Ferre, ahora con el tema de “Actitud, Motor de Cambio”, cuyo objetivo es “identificar tus actitudes y lograr encauzarlas de manera positiva”.
Las conferencias que se presentarán son: “Pensar, Sentir y Hacer”, “¿Quo Vadis? Poner el pie, Hundirlo y Dejar Huella”, “Ruta de Encuentro”, “Limpia tu Ventana”, el testimonio “Moviendo Límites”, “Actitud-aptitud”, “Motor de Cambio” “Motivación a la Acción”, “Proyecto de Vida: Camino a la Felicidad” y “Estado Óptimo”.
Asistir al XXV Congreso Regional de la Mujer, es brindarse una refrescante pausa, para luego retomar la vida con nuevos bríos, con los ojos firmes en el horizonte, con actitudes renovadas y el corazón reconfortado. Desbordado.
(Informes: saltillo@familiaunida.org / teléfono 844 416-08-58).
BÁLSAMO
Este Congreso también viene a colación –y como anillo al dedo-, pues representa un bálsamo y un respiro, ahora que los mexicanos estamos viviendo un interminable vértigo: diariamente brotan hechos que nos invaden de rabia, de miedo, de tristeza y también de desesperación y pesimismo. Pero aún, en estas circunstancias, es fundamental cultivar y fomentar actitudes positivas que contribuyan a contrarrestar la cultura de muerte, corrupción, egoísmo y violencia que han invadido -como un cáncer terminal- a la nación entera.
Tal vez, ya ni siquiera nos percatamos que los mensajes y ejemplos que el gobierno y los “adultos” estamos enviando a los jóvenes no sólo los desorientan sino, adicionalmente, los invitan a clausurar sus horizontes y su amor por México, afectándolos gravemente en su autoestima, provocando en ellos actitudes negativas.
Efectivamente, no nos damos cuenta que a las jóvenes generaciones las estamos hundiendo en una profunda confusión, que de paso les estamos castramos el espíritu por la vida y matando ese sentido natural que antaño, a sus iguales, les permitía valorar lo más precioso de sus verdes existencias.
¡Caray! Cada tiempo tiene sus dificultades, cada época requiere de nuevos ideales, pero lo bueno siempre se nutre de fe, esperanza, empeño y alegría. Entonces ¿por qué nos hemos abandonado en la derrota? ¿Por qué luchamos entre nosotros mismos? ¿Qué es lo finalmente queremos para México?
CAUCE SOCIAL
La gente que amamos a México tenemos la obligación moral de devolverle su cauce social con actitudes renovadas, que provoquen inclusión y justicia, que permitan hacer mas iguales a los desiguales.
Requerimos testimoniar a niños y jóvenes que si es posible desarrollar actitudes bondadosas y generosas, que si conviene pensar que la confianza desintegra todo temor y brinda optimismo y visión. Es importante sabernos, de corazón, que el odio, el distanciamiento social, el materialismo, las diferencias y el consumismo conducen al miedo, a la desconfianza y a la violencia.
Ciertamente, las noticias sobre la violencia, la corrupción, la ausencia de dirección y gobernabilidad y la carencia de metas comunes son alarmantes, pero es menester creer que nadie debe, ni pude, disponer de México, sino más bien que cada uno de nosotros debemos colaborar para nutrirnos de nuestra Patria, de su historia y magia; que cada uno tenemos un compromiso personal con México.
MANIFESTACIONES
Las actitudes sociales son manifestaciones del sistema de valores que compartimos, de eso que consideramos bueno o malo, correcto e incorrecto; de ahí que sea fundamental comprender las terribles implicaciones que existen si continuamos acostumbrándonos a una cultura en donde sobresale la discusión, la destrucción y el empobrecimiento de la convivencia social.
Es menester reconocer que mucho de lo que hoy enturbia a la sociedad y enrarece el ambiente se debe a que hemos dejado de formar, desde el seno familiar, desde las aulas, actitudes positivas que alimenten la autoestima de las personas. Tal vez hemos perdido la brújula que nos indica el norte magnético en el cual se encuentran los principios y valores universales. Quizás hemos sido incapaces de reproducir, transmitir o reforzar toda la riqueza que guardan los excelsos principios que hemos heredado de nuestros antepasados.
RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
En los padres de familia y educadores recae, en primera instancia, la responsabilidad de transformar a la sociedad, pues son los auténticos preservadores de los valores, son ellos los responsables de desarrollar, en la niñez y juventud, su espíritu crítico y la habilidad de aprender a diferenciar entre lo que esta bien y mal. Por eso es urgente que los padres volvamos a nuestros hogares, regresemos nuestros corazones a nuestros hijos, que las madres retornen a sus responsabilidades primarias y que los maestros nos entreguemos a nuestra vocación fundamental.
Pero también los políticos, gobernantes, empresarios y en general toda la sociedad, somos corresponsales de reconquistar para México esos principios y valores que nos permitan cortar, desde sus raíces, el panorama de miedo y desesperanza que invade y corrompe a multitud de niños, jóvenes y viejos de México. No nos queda de otra: los adultos -los que debemos ser ejemplo- requerimos dejar de buscar afanosamente el distanciamiento, la mediocridad, si no queremos que la Patria se torne aún más roja.
CRUZADA…
Nos urge una cruzada de esperanza y optimismo, teniendo el convencimiento de que cada injusticia, que cada acto de egoísmo y violencia que se gesta en contra de un ser humano, inevitablemente también se vuelca en contra de los “otros” mexicanos: en contra de cada uno de nosotros.
Recuperemos de nuestros corazones las actitudes para ser mexicanos de tiempo completo, para recuperar el sentido de ser mexicanos, ya que ahí reside el norte magnético que puede guiar México hacia la paz, la prosperidad y el bien común que todos anhelamos.
En nuestro “ser mexicano” se encuentra el punto cardinal que los jóvenes urgentemente requieren para recuperar motivaciones que jamás los dejen caer en la vulgaridad. Motivaciones que los conduzcan al encuentro de la verdad, la generosidad y la esperanza.
Si reconquistamos ese sentido, esas inmensas motivaciones, tendremos también la fuerza poderosa de la voluntad y las actitudes positivas, hoy necesarias, para cambiar y hacer de México un país donde la justicia, la paz y la prosperidad sean cosa de todos los días.
cgutierrez@tec.mx
Programa Emprendedor
Tec de Monterrey Campus Saltillo
Este Congreso, organizado por Familia Unida Saltillo y Pastoral Familiar, se distingue por la profundidad de los temas expuestos, por el impacto que logra en el desarrollo integral de la persona.
En nuestro “ser mexicano” se encuentra el punto cardinal que los jóvenes urgentemente requieren para recuperar motivaciones que jamás los dejen caer en la vulgaridad.
La gente que amamos a México tenemos la obligación moral de devolverle su cauce social con actitudes renovadas, que provoquen inclusión y justicia.
No nos queda de otra: los adultos requerimos dejar de buscar afanosamente el distanciamiento, la mediocridad, si no queremos que la Patria se torne aún más roja.