Aficionado del Tri fue por cigarros y acabó en Rusia
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El regio rompió su “cochinito” y emprendió el viaje a Rusia para apoyar a la Selección de México
KAZÁN.- Con muletas, andando por la Baumann, la calle más famosa de Kazán. Ahí con la bandera en la espalda y la ilusión al frente. Ahí va, apoyando a la Selección.
Se llama Arturo García. Es originario de Monterrey, pero vive en Puebla y desde ahí se lanzó hasta Rusia.
“Le dije a mi mujer… Voy por unos cigarros al Oxxo, pero no le dije cual”. Y acabó en Kazán.
A Arturo, como a muchos otros mexicanos, le ganó la pasión. Agarró sus ahorros, le pidió permiso a su esposa… “lo de los cigarros es broma eeeh, si me dejó” y se lanzó a la aventura.
¿Cuánto le costó? No quiere decir… quizá unos cuatro mil dólares (72 mil pesos), se le escapa pero “eso no importa, lo que importa es estar con el Tri”.
El viaje comenzó cuando llegó al aeropuerto de la Ciudad de México y de ahí… “a volar, a volar a Alemania, donde tengo familiares”.
Llegó a Wolsfburgo, ahí tomó unos días de descanso y fue cuando sucedió… “jugando voleibol, que me rompo el talón de Aquiles”.
Parecía que ya no vería a la Selección Mexicana en Rusia.
Sus familiares y amigos le decían “que no viajara, que ni lo iba a disfrutar”.
Pero “necio”, se fue a la aventura, con sus dos muletas a cuestas y la bandera como capa… “esta tapa todo, el frío y el dolor”.
“Estuvo difícil. Alemania está inundada, así que te imaginarás. De Wolfsbugo me fui en tren a Berlín, pero se retrasó hora y media hora por las lluvias, y cuando llego a Berlín otras dos horas de retraso para llegar a Moscú y en Moscú iba muy campante paseando cuando de buenas a primeras mis cuates me suben al avión, porque nos lo cerraban. No conté con el cambio de horario, pero llegué”.
Y ya en Kazán, Arturo se ha encontrado con una ciudad, “muy agradable, que no es tan cara. El hotel me costó como 100 Euros (dos mil pesos) la noche, aunque hay más baratos, pero esos ni baño propio tienen, y las comidas varían, ahí está el Mc Donalds o el Kentucky que abren toda la noche, pero si te quieres alimentar bien, una buena comida te cuesta dos mil rublos (600 pesos mexicanos)”.