Agua… ¿No van primero las personas?

“Están usando mucha agua de Zaragoza para la elaboración de la cerveza, van a usar más y nosotros que necesitamos de más de 100 litros por segundo, no los tenemos. Tenemos 17 sistemas de bombeo y con eso no podemos abastecer a las cuatro mil tomas domiciliarias que tenemos, son 16 mil ciudadanos del municipio y los mantos acuíferos están a la baja”.

Las palabras corresponden al presidente Municipal de Zaragoza, Coahuila, Leoncio Martínez, quien con esta frase buscó ayer llamar la atención de las autoridades estatales en relación con lo que él califica como una crisis de abasto del vital líquido en su municipio.

Y sin duda alguna logró llamar la atención, pues a sus declaraciones siguió rápidamente un comunicado de la Secretaría del Gobierno del Estado mediante el cual la administración estatal fijó postura al respecto.

“Si bien el suministro del agua es una facultad del municipio, por instrucción del Gobernador Rubén Moreira nos reunimos ya con el alcalde y analizamos diversas vertientes para apoyarlo no solo en cuanto a lo del agua sino también en algunos otros aspectos que el municipio nos planteó”, señaló la oficina responsable de la política interior de la entidad.

Lo primero que llama la atención en torno a la polémica, es el tono de ambas posiciones. De un lado, el Presidente Municipal de Zaragoza sin duda plantea un problema que suena grave porque se trata -al menos al decir del munícipe- de la supervivencia de una población. Del otro, la administración estatal pareciera más interesada en establecer el esquema de competencias legales antes que fijar posición sobre el fondo de la polémica.

La respuesta de la oficina que dirige Víctor Zamora Rodríguez pareciera querer plantar la discusión en el terreno de la política, más que en el de la atención a las necesidades básicas de un núcleo poblacional y por ello valdría la pena que se aclarara si la crisis de abastecimiento de agua realmente existe o no, pues de ser cierta no estaríamos hablando de un asunto menor.

Si, como lo afirma el alcalde, la explotación de los mantos acuíferos de aquella región implica poner en riesgo el suministro de agua para consumo humano, poco importa de quién es competencia tal servicio. Lo que importaría sería el riesgo en que estaría un conjunto de personas.

Será importante en este sentido, que la Secretaría de Gobierno precise cuáles son esas “vertientes de apoyo” en las cuales se ha puesto de acuerdo con el Gobierno municipal de Zaragoza, pues lo que importa a fin de cuentas es que se garantice en primer lugar el abasto de agua para las personas.

Ninguna actividad comercial, así genere empleos, divisas e impuestos, puede estar por encima del interés de los seres humanos. Y aunque no se trata de polemizar de forma gratuita, sin duda los gobiernos de todos los órdenes tienen la obligación de realizar las acciones necesarias para garantizar que la actividad económica y las necesidades básicas de la población convivan en sano equilibrio.