Alienación
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La analogía “la religión es el opio del pueblo” que usa Carlos Marx en la Crítica de la Filosofía del Estado de Hegel, es aplicable como tal, a cualquier otra cosa que sirva para alienarnos/enajenarnos. En el caso actual, el futbol. Entonces tendríamos que decir sin equivocarnos que el futbol es el opio del pueblo.
Considero que no es menester explicar la comparación, es más que clara. Pero si es importante que recordemos que el opio, es una sustancia que se obtiene de la amapola, que es usada para tranquilizar y relajar a las personas y que sirve para aliviar el dolor; pone en órbita el pensamiento, nubla la visión y por supuesto saca a quien lo utiliza de la realidad.
Es muy simple. La realidad de pronto no es la que quisiéramos, nos disgusta; nos es adversa, nos complica y por tanto, queremos huir de ella. Se huye de muchas formas, porque finalmente se trata de poner distancia a la realidad que experimentamos. Se recurre al alcohol, la droga en sus múltiples formas, las relaciones extramaritales, el trabajo excesivo, los viajes, la presunción, la compra compulsiva de bienes que no necesitamos, la religión, en fin. Hay muchas maneras de enajenarse.
En este momento, por las condiciones globales y por la gran cantidad de gente que arrastra el futbol es más fuerte que las religiones organizadas. Con su liturgia, sus clérigos y sus dioses el futbol se juega por todas partes y de todas partes se dan cita para celebrarlo. La gente empeña sus bienes, hipoteca sus casas, algunos ahorran por cuatro años, otros venden lo que hay que vender. En fin, más de 40 mil mexicanos estarán en Rusia, completamente alienados y otros tanto lo harán de la misma forma en nuestro país. Aunque hay otros que viven otro tipo de enajenaciones.
Si la crítica de Marx va para la religión y el trabajo como instituciones dominantes de las que es víctima el trabajador debido a su necesidad e ignorancia, mismas que le impiden estar al margen de la transformación de la realidad, el mundial de futbol desde el 14 de junio hasta el 15 de julio operará a través de una hipnosis colectiva para sacarnos de la realidad Azteca, las cadenas norteamericanas, la FIFA y los anunciantes. El problema es que las condiciones están dadas. Ganancias para unos cuantos, a costa de las grandes mayorías. El problema es que la realidad de los países africanos, medio-orientales y latinoamericanos seguirán siendo las mismas.
Ojalá le pudiéramos ganar a Alemania en calidad de vida, en innovación, en educación, en anticorrupción, en rendición de cuentas, en PIB y entre otras muchas cosas más. Cuánta razón tenía el alemán Carlos Marx, la alienación impide el desarrollo de la sociedad. Porque al final del día detrás de esta actividad están los grupos dominantes. Grupos que presentan una promesa que condiciona. En algunos casos, la vida eterna, el cielo, el nirvana, el Valhalla, las 72 vírgenes o el quinto partido. Se trata de hacer que la gente piense menos en cómo cambiar el ethos en el que vive y en como sentirse a gusto al menos temporalmente, porque ese es el efecto del opio.
Sería una falacia por generalización pensar que todos los mexicanos vivimos alienados en un momento o en otro, de una forma o de otra. Pero lo que hemos vivido cotidianamente por el interés de lo público así nos lo dice. La realidad importa, pero no tanto. La naturaleza, la sociedad, el bien común, el compromiso, la solidaridad, tener una buena ciudad y un buen país, importan, pero no tanto. Dificultamos para aceptar la realidad y por eso huimos de ella, preferimos no saber de ella, bienvenido el futbol.
Es cierto, la realidad que observamos no es muy grata y por tanto, es una realidad que debiéramos de intervenir, para poder cambiar el estado actual de las cosas. No lo perdamos de vista. Aunque la selección de la Federación Mexicana de Futbol represente un motivo de esperanza y de ilusión, no sé de qué, la realidad permanecerá igual. Se vale disfrutar del futbol, pero por encima de eso es menester transformar la realidad.
Una sociedad violenta, donde se puede vivir cada menos seguro, complicada en lo económico, con el dólar a más de 20 pesos, con los productos y servicios básicos cada vez más caros, polarizada socialmente, con partidos que buscan salirse con la suya, con políticos que se pasan de lanza y con una elección en puerta, reclama toda nuestra atención. A muchos les conviene que estemos fuera de la realidad para poder controlarla, es más, le apuestan a la alienación como medio para conseguir sus fines. No caigamos en la trampa.