AMLO: el hombre
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Es el hombre. Actualmente Andrés Manuel López Obrador no es un hombre más, así, genérico, no; sino que en México, este México nuestro siempre urgido de figuras totémicas, mesiánicas y paternales, AMLO es el hombre. Así lo dijeron millones de mexicanos que votaron por él. Ojo, por él, aunque nunca supieron (ni ahora lo saben) por qué candidato a diputado o senador votaron. Así es el País, siempre ha sido así y esta ocasión tampoco cambió. Cosa rara, en un país de jóvenes (ellos a sí mismos se llaman “millenials”, lo que eso signifique) se votó por un hombre de 64 años y dos infartos al corazón. Imagino tiene el “don de la vejez”. Inspira desde paternalismo, idealismo, hasta la clásica expresión nacional de “pobrecito”. Es que tenía 18 años en campaña, es decir, “ya le tocaba, pobrecito”.
México es una sola historia nunca bien aprendida: la historia de traiciones, contradicciones, mentiras y ahora, de “memes”. Siempre se quiere quitar a alguien. Es el poder, vaya. El poder por el poder (¿hay otra cosa más afrodisiaca que ello?). Junto con el poder luego llegarán los contratos, los jugosos empleos, las reverencias (ya las hay y hartas, a AMLO le encantan), la imposición de autoridad, el desdén hacia los “otros”, el autoritarismo, la autocracia. Usted lo sabe: Guerrero quería quitar a Iturbide. Bravo a Guerrero. Santa Anna no tenía aliados ni amigos, los quería quitar a todos. Juárez quería quitar a Santa Anna. Díaz a Juárez. Madero quería quitar a Díaz. Huerta a Madero (sigo la línea casi de genealogía bíblica-trivial de Juan Miguel Zunzunegui en su libro de espléndida y amena lectura, “México: la historia de un país construido sobre mitos”). Vicente Fox quitó al PRI. Peña Nieto quitó al PAN y a Calderón. AMLO quitó al PAN, al PRI y a Peña Nieto. Fue tan exitoso, que a todos ha quitado. No tiene contrapeso alguno en la Cámara de Diputados ni en la Senadores. Puede y va hacer lo que quiere, lo que quiera. El País, su gran masa a la cual sólo se le pudo ocurrir esto, una estupidez, votar a ciegas por Morena: un movimiento, no un partido. Hoy, es como si gobernara el caballo de Calígula.
Ante semejante poder concentrado en “El jefe máximo”, las masas, esas que fueron alentadas en su momento a tomar las instituciones y colapsar la misma capital de México al no ganar la gubernatura de Puebla (hoy su candidato perdedor, Miguel Barbosa Huerta), no reconoce los resultados y hablan de robo de elección, manipulación de actas, laboratorios de votos alternos y un largo etcétera de corrupción que les impidió el triunfo. Esta y no otra va a ser la tónica: si gana Morena, es un triunfo legítimo. ¿Pierde? Fue un fraude operado por la mafia del poder y los medios de comunicación afines.
ESQUINA-BAJAN
Sucede aquello que se les tatuó en la piel a los panistas, ese viejo sabio el cual con el tiempo se agiganta, don Daniel Cosío Villegas, cuando abordó al PAN de confesionario, escribió: “(Acción Nacional) no cuenta ahora ni con principios ni con hombres y, en consecuencia, no podría improvisar ni los unos ni los otros. En sus ya largos años de vida, su escasa e intermitente actividad se ha gastado en una labor de denuncia; pero poco o nada ha dicho sobre cómo organizaría las instituciones del País”. Las cosas han cambiado desde los años de este texto (1946). Bueno, poco ha cambiado: dos presidentes panistas (Vicente Fox y Felipe Calderón) dinamitaron al partido de Gómez Morín. Hoy gobiernan en 12 estados (si les dejan gobernar Puebla donde, en una herencia dinástica en el poder, el exgobernador Rafael Moreno Valle dejó en su lugar a su esposa Martha Erika Alonso, la cual ganó muy raspada en la urna pero ganó. Ojo, es el PAN, no el PRI).
Llega entonces Morena al poder y en cuatro años no hay ni tienen principios, ni ideología, ni hombres capaces egresados de sus filas. ¿Qué hacer? Pues a improvisar funcionarios, como bien lo dijo don Daniel Cosío Villegas con respecto del PAN. ¿Ejemplos? Ya me acabé el espacio pero volveré al tema. Van sólo algunos y a vuela pluma: Armando Santana Guadiana Tijerina, senador por Coahuila, era priista, luego fue “independiente” (lo que eso signifique)y hoy es morenista y pejista; su esposa, Lupita Mandujano, compitió por una diputación local por... el PAN. ¿Ideología? Es algo exótico y ni saben lo qué es. Tal vez en Irlanda, no aquí. Su suplente como senador, el abogado rebelde, Reyes Flores Hurtado, era panista. Hoy ya es “Virrey” de Coahuila. ¿Doble moral? No señores, aquí ya llevamos tres o cuatro “morales”: priismo, panismo, independentismo, capitalismo…
Otros miembros prominentes y ganadores de la nueva ola morenista que ciega a México son: el actor Sergio Meyer, la cantante Susana Harp, la locutora Lily Téllez, el priista Alfonso Durazo (exsecretario particular de Luis Donaldo Colosio), el exboxeador Erick “El terrible” Morales, el expriista Esteban Moctezuma, la panista Gabriela Cuevas, el ultrapanista Germán Martínez Cázares, el corrupto Napoleón Gómez Urrutia, el empresario Lino Korrodi; el ahora flamante Gobernador de Morelos, el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, y la cereza del pastel: Manuel Bartlett…
LETRAS MINÚSCULAS
Hoy todo mundo es tapete del crucificado de Tabasco. ¡Bellos tiempos en los cuales gobernaba el caballo de Calígula!