AMLO: Sin dinero
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Como Mago Chen Kai región Macuspana, AMLO ha utilizado la austeridad franciscana para acabar con fondos y fideicomisos creados por los gobiernos neoliberales.
Erradicó 281 de 335 fideicomisos para obtener 300 mil millones de pesos. Y rasuró el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios por 149 mil 598 millones de pesos para dejar en caja 110 mil 590 millones de pesos.
También asegura ahorrar 230 mil millones de pesos. Y ya tiene las Afores en la mira.
¿Le preocupa a AMLO que su austeridad sea, en realidad, austericida? Porque la realiza a machetazo limpio sin importar el empleo de los funcionarios públicos, la operación de las instituciones públicas, su eficacia y eficiencia organizacional y el impacto en las personas que buscan ayudar.
Para muestra un botón: En días recientes, la Secretaría de Economía anunció que reducirá el 75 por ciento de los equipos de cómputo de sus empleados. La empresa arrendadora ya ofreció esos mismos equipos en venta a los funcionarios para que los paguen con dinero de su propia bolsa.
¿Porqué la obsesiva insistencia de AMLO en obtener dinero fresco?
Su verdadera preocupación no es la austeridad: AMLO necesita dinero para las elecciones de 2021 porque no hay suficiente dinero público y no quiere subir impuestos o endeudarse.
Carlos Urzúa, exsecretario de Hacienda, lo aclara, no hay dinero público porque “la recaudación tributaria es del 14 por ciento del PIB, cuando la mayoría de los países en Latinoamérica tienen al menos una recaudación tributaria del 20 por ciento del PIB”.
Y no hay manera de obtenerlo de otra parte porque “la inversión es baja. En 2019 fue del 22.4 por ciento (19.1 privada, nacional y extranjera y 3.3 por ciento pública). En 2019 bajó. Fue del 20.7 por ciento (17.9 por ciento privada, nacional y extranjera y 2.8 por ciento pública)”; no hay confianza en el Gobierno federal y la gente y las empresas en México no están acostumbradas a pagar muchos impuestos”.
Por ello, AMLO pretende ahora imponer un impuesto a la libertad de expresión. Está desesperado, le urge dinero para las elecciones: y no hay.
