Armando Meza: dueño y señor de su imagen

Dicen que para romper las reglas primero hay que conocerlas y seguirlas; esto es lo que ha hecho Armando Meza por más de 30 años, en los cuales ha jugado, experimentado, modificado, igualado y superado su particular icono.

El artista reconoció en entrevista con VANGUARDIA con motivo de su exposición “Corrosión y Arquetipo”, expuesta en el que Centro Cultural Vito Alessio Robles hasta noviembre, que lo que en un principio se trató de réplicas de la estética de las figuras de Modigliani —mujeres de rostro, cuellos y facciones alargadas— la constante reproducción de la misma imagen pronto la convirtió en otra cosa: En él, en su imagen, su arquetipo.

“Hay (en la muestra) obra desde el 83 hasta la fecha”, comentó, “yo empiezo como asistente en el taller de grabado, era ayudante de Fernando Flores Sánchez; empecé ayudándole a acomodar las cosas y al mismo tiempo a aprender”.

“Agarré obra de amigos, de gente que tiene obra mía en sus colecciones; la mayor parte de las piezas son de Roberto Ortiz”, agregó.

Señaló que este dibujo comenzó a realizarlo alrededor de 1985, un par de años después de que comenzara a trabajar en taller del maestro Flores y explicó que era una “especie de estudio que hice sobre Modigliani”.

“Yo empecé a hacer copias de Modigliani al óleo, obviamente las vendía, y de tanto repetirlo comencé a agarrar un dibujo que se parecía a Modigliani pero después ya no se pareció a él y se pareció a mí”, continuó.

Así nació la figura de labios y ojos pequeños, nariz y rostro alargado, de expresión hierática y cabello rizado y muchas veces alborotado, que de una a otra pieza cambia ligeramente sus proporciones e intenciones.

“Mucha me pregunta cómo se hace un estilo y aunque no puedes dar recetas yo les digo que repita un dibujo mil veces hasta que se parezca a lo que usted quiere hacer”, expresó, “vas haciendo tu marca; si tú ves un dibujo mío sin firma vas a saber de quién es, lo vas a reconocer”.

El personaje arquetípico de la obra de Meza, por lo tanto, puede aparecer en piezas con tintes de realismo, costumbrismo, composiciones surreales y abstractas; puede tanto acercarse a las proporciones canónicas del cuerpo humano como tirarlas por la ventana y convertirse en otra cosa completamente diferente.

Todo esto en medio de juegos y experimentos con la técnica, desde las tintas en el grabado o directo sobre el papel, su medio predilecto por la rapidez con que se puede crear una obra, hasta pinturas al óleo, acrílico o con técnicas mixtas de grandes proporciones y esculturas que llevan al mundo de las tres dimensiones la figura silueta plana del papel siempre fiel a sus características.

Asimismo, no se ha quedado en el reino de la producción tradicional y ha llevado su imagen a a otros ámbitos, como la producción seriada en camisetas, platos, vasos y objetos similares hasta impresiones de ilustraciones digitales, hechas desde una tablet, aunque de estas últimas no hay ejemplares en la exposición, pues consideró que no encajaban con el resto.

Destaca que para él es importante dejar un legado vasto y señaló que prefiere trabajar con agentes o directamente vendiendo las obras con el cliente, dado que su experiencia con las galerías ha sido poco atractiva.

“Puedes repetir una imagen mil y mil veces y con cierta modificación ya es algo nuevo. Lo que decía Alejandro (Pérez Cervantes) en su texto, es un arquetipo, que he estado depurando tanto y de repente me regreso y lo vuelvo a descomponer, pero he estado jugando con esa figura durante muchos años”, explicó.

Para él entrar y mantenerse en el mercado es difícil “porque he sido tenaz, pero no todos sobreviven, he visto a muchos sucumbir”.

“Porque ahorita está la moda de los statements, las declaraciones de principios, y eso funciona para las becas, para concursos, para algunas galerías, pero para el mercado real no funciona”, concluyó, “y no es porque sea conservador pero lo que se mantiene es el formato tradicional y sobre formatos novedosos puedes hacer videos, puedes hacer performance, pero no es para la venta, es más que nada para la promoción”.