Aseguran que el exgobernador Jorge Torres supo de la masacre en Allende… y no actuó
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Jorge Torres López fue enterado directamente por algunas víctimas de la llamada masacre de Allende y Piedras Negras
Cuando fue gobernador interino de Coahuila, Jorge Torres López, fue enterado directamente por algunas víctimas de la llamada masacre de Allende y Piedras Negras, del ataque que sufrían por parte de Los Zetas, pero no emprendió ninguna acción para frenarla.
En una crónica publicada por la revista Proceso, se consigna lo anterior citando declaraciones ante autoridades judiciales y a testigos cuya identificación se cuida.
El 18 de marzo de 2011 se festejaba una boda en el Casino Nacional de Piedras Negras, a la que asisitió Torres López, el alcalde priísta de Piedras Negras, Óscar López Elizondo.
Ahí el empresario Reginaldo Sánchez Garza y familias de las víctimas desaparecidas para contar al alcalde y al gobernador el despliegue de Los Zetas para secuestrar a decenas de personas.
“’Tras recibir el reporte, el alcalde y el gobernador abandonaron la ciudad en medio de un fuerte despliegue de seguridad, sin auxiliar a las víctimas’”, contó uno de los testigos de esa reunión quien habló con Proceso bajo la condición del anonimato”.
Horas antes, a las 19:00 horas, sicarios de Los Zetas “levantaron” a personas y familias en diversas colonias de Piedras Negras, como antes hicieron en el municipio de Allende.
“La impunidad con la que actuaron Los Zetas la tarde del 18 de marzo de 2011 en Allende, Piedras Negras, Monclova, Cinco Manantiales y en la Región Carbonífera fue posible ya que habían sobornado a mandos del Ejército, delegados de la PGR, Policía Federal y a jefes de la corporación estatal y municipal”, consigna el texto.
La revista añade que los funcionarios de la Fiscalía del Estado y del Gobierno los líderes zetas les mandaron cerca de 4 millones de dólares.
“El dinero se entregó a través de Vicente Chaires (en ese momento secretario particular del gobernador) y Jesús Torres Charles (fiscal general), y varios pagos se hicieron en Saltillo. Fue algún tipo de acuerdo con el gobernador Humberto Moreira”, afirmó Rodrigo Uribe Tapia, hijo de un exalcalde de Piedras Negras, quien se presentó como operador financiero de Los Zetas en el juicio de San Antonio.
El exgobernador Humberto Moreira se ha querido deslindar de la masacre en el norte de Coahuila, argumentando que cuando eso sucedió él ya estaba fuera del gobierno.
No obstante, testimonios y documentos presentados en las cortes de Texas precisan que los secuestros y desapariciones de decenas de personas que fueron incineradas en el Cereso de Piedras Negras comenzaron antes de que terminara el año 2010, cuando Humberto Moreira aún era gobernador.
Lo ocurrido a partir del 18 de marzo del año siguiente fue la culminación de los crímenes masivos.
El relato precisa que una de las viviendas asaltadas fue la del narcotraficante Adolfo Efrén Tavira, un exgerente de Televisa que se sumó a la organización de Los Zetas.
Tavira contó, durante un juicio que se celebró en San Antonio en julio del 2016, que el pistolero Marciano Millán Vázquez, “Chano” –quien confesó haber matado a 29 personas durante la masacre– le ordenó ir con él para comparecer ante los jefes zetas.
En la camioneta a la que lo condujeron estaban los capos Z40 Miguel Ángel Treviño y Z42 Omar Treviño. En el lugar había adultos y adolescentes plagiados.
“Se comenzaron a oír disparos, pues empezaron a matar a toda la gente que estaba ahí. Z40 y Z42 los estaban matando, junto con otros sicarios que estaban ahí”, narró.
Desde que levantaron a las primeras víctimas, sus familiares y amigos denunciaron el hecho a las autoridades.
Al filo de las 22:00 horas algunos de ellos fueron al Casino Nacional para pedir la ayuda de las autoridades, pero el entonces gobernador interino los ignoró y salió de Piedras Negras.