Auditorías electrónicas, ¿un dolor de cabeza más?

MÉXICO.- A partir de la reforma fiscal de 2014, surgió una nueva modalidad de revisión por parte de la autoridad: las auditorías electrónicas. Este método de vigilancia a los contribuyentes comenzará a aplicarse en el segundo semestre de 2016.

Aprovechando el uso de las tecnologías de la información, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) notificará al contribuyente, por medio del Buzón Tibutario, que lo están auditando. Pues en este momento es probable que las autoridades ya tengan la información del contribuyente como pólizas, balanzas, facturas, declaraciones, recibos de nómina etc.

“Para el SAT es muy sencillo recopilar esta información, dado que ya se encuentra de forma electrónica, en caso de ser necesario le pedirá más información al contribuyente”, explicó Enrique Velderrain, socio de Velderrain Sáenz y Asociados.

Si esto lo lleva a cabo la autoridad, es muy posible que haya encontrado alguna discrepancia en la información fiscal proporcionada por el contribuyente.

Todos estos trámites se realizan de manera electrónica por medio del buzón tributario, por lo que no existe en ningún momento contacto físico entre el auditor y el contribuyente, lo cual evita posibles contactos de corrupción, coincidieron especialistas.

Sin embargo, pese a que es un procedimiento muy ágil en donde las autoridades podrán de manera pronta y expedita manifestar a los contribuyentes que deben dinero, las garantías de los contribuyentes podrían considerarse violentadas.

“Una de las grandes diferencias que tienen estas auditorías con las tradicionales es que el proceso anterior dura un año y medio aproximadamente y con las auditorías electrónicas el plazo se reduce a 15 días”, dijo Manuel Baltazar Mancilla, Integrante de la Comisión Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México.

El dato
> Las auditorías electrónicas aplican para las personas morales y físicas con actividades empresariales y que tengan más de 2 millones de pesos de ingresos al año.