Barry amenaza a millones de personas en EU
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Los expertos pronosticaron que Barry ganará fuerza de huracán poco antes de que su vórtice toque tierra en las próximas horas cerca de Morgan City, al oeste de Nueva Orleans.
Las fuertes lluvias y las rachas de viento que acompañan a la tormenta tropical Barry comenzaron a causar apagones en la costa de Estados Unidos en el Golfo de México, amenazando a millones de personas y poniendo a prueba las obras de prevención de inundaciones que se realizaron en la zona después de que el huracán Katrina devastara Nueva Orleans hace 14 años.
Los expertos pronosticaron que Barry ganará fuerza de huracán poco antes de que su vórtice toque tierra en las próximas horas cerca de Morgan City, al oeste de Nueva Orleans, donde las autoridades locales ordenaron un toque de queda hasta las 6 de la mañana. Barry será el primer huracán de la temporada.
El que se prevé será un día largo comenzó con lluvias intermitentes, interrupciones de electricidad y personas usando la luz de sus celulares para ver en la oscuridad y abriendo puertas y ventanas para dejar circular el aire cálido y pegajoso del trópico.
Al amanecer del sábado, más de 45,000 personas en el sur de Luisiana se encontraban sin electricidad.
La periferia de la tormenta se hizo sentir en Luisiana y la costa de Mississippi y Alabama con aguaceros, al punto que las calles cerca de la costa quedaron bajo el agua.
Aunque se prevé que será un huracán relativamente débil, con vientos poco más del mínimo necesario de 119 km/h (74 mph), Barry amenaza con provocar inundaciones devastadoras por toda la costa estadounidense del Golfo de México.
Los expertos calculan que los peores daños ocurrirán en Luisiana y en partes de Mississippi, y que unos tres millones de habitantes se verán afectados por las lluvias y los vientos del meteoro.
El viernes por la noche, los residentes recibieron buenas noticias de los meteorólogos, que pronosticaron que el río Mississippi alcanzará una altura máxima de 5.2 metros (17.1 pies) el lunes y no los 5.8 metros (19 pies) como se calculó previamente.
Los diques que protegen la ciudad tienen una altura de entre 6 y 7.5 metros (entre 20 y 25 pies).
Las autoridades tanto de Luisiana como de Mississippi tomaron medidas de precaución, abriendo las represas en los alrededores de Nueva Orleans para que fluya el agua.
La lluvia intermitente cayó sobre Nueva Orleans durante la noche. Al amanecer, las calles de la normalmente ruidosa zona turística del Barrio Francés estaban en gran parte vacías, pero apenas húmedas.
Una mujer paseó a su perro y un barrendero trabajaba por allí. Había brisa, pero las banderas de los balcones sobre las calles desiertas pendían fláccidas de vez en cuando. Unos cuantos coches circulaban. Algunas casas cercanas tenían sacos de arena apilados fuera de sus puertas.
Tormenta Barry amenaza diques de Nueva Orleans
Frente al desastre causado por el huracán Katrina hace más de una década en Nueva Orleans, los diques del río Mississippi resistieron cuando los de otros sectores se desmoronaron.
Sin embargo, ahora la tormenta tropical Barry amenaza a Nueva Orleans con feroces vientos y lluvias, con los que pondrá a prueba sus represas. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército está atento al nivel de las aguas, dijo su portavoz Ricky Boyett.
Nueva Orleans tiene al río Mississippi al sur, el Lago Pontchartrain al norte y los tributarios que desembocan en el Golfo de México al este.
La amenaza es triple: por el mar habrá oleaje fuerte, del cielo lluvias intensas y de los ríos inundaciones si los diques no aguantan.
Si bien el Cuerpo de Ingenieros no cree que el río crecido llegue a inundar las calles, la amenaza de Barry es aguda: entre 25 y 38 centímetros (entre 10 y 15 pulgadas) de lluvia de aquí hasta el domingo. Algunas zonas incluso recibirán 50 centímetros (20 pulgadas).
Se espera que el río llegue a un máximo de 5.8 metros (19 pies) en Nueva Orleans, donde los diques protectores ascienden a entre 6 y 7.5 metros (20 y 25 pies) de altura, manifestó Jeff Graschel, hidrólogo que trabaja para el Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos.
El servicio también calcula que el agua no rebasará los diques, que no han sido rebasados en Nueva Orleans desde la década de 1920, pero las autoridades han advertido que un cambio en la intensidad o en la dirección de la tormenta podría afectar ese cálculo.
Para prepararse ante esa eventualidad, cuadrillas de obreros están reforzando los diques en por lo menos dos áreas, dijo Boyett. Para ello armaron barreras de metal en el Harvey Lock, una parte del dique cerca del Lower 9th Ward, el vecindario destrozado durante Katrina.
"Los trabajadores confían en la integridad de los diques", dijo Boyett. "Es un material diseñado para resistir este tipo de presión”.