Basílica de la Natividad en Belén abandona la Lista de Patrimonio en Peligro de la Unesco
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La Basílica de la Natividad se encuentra a 10 kilómetros al sur de Jerusalén sobre la gruta donde los cristianos creen que nació Jesucristo.
El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco decidió hoy retirar de la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro a la Basílica de la Natividad y la Ruta de Peregrinación en Belén tras siete años de esfuerzos de restauración y conservación.
La decisión fue adoptada en la cuadragésima tercera sesión del Comité que se celebra hasta el próximo día 10 en la capital de Azerbaiyán, informó la sesión la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) entre aplausos de las diferentes delegaciones.
"Esto es muy especial para nosotros. Déjenme agradecerles a todos los miembros del Comité, pero también a todos los estados parte, empresas y personas que apoyaron moral y económicamente la eliminación" de la Basílica de la Natividad de la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, señaló el representante palestino.
El sitio fue retirado de la lista a solicitud de Palestina, miembro con pleno derecho en la Unesco desde diciembre de 2011 y tras una valoración positiva de uno de los órganos consultivos de la Unesco, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS).
En su decisión, el Comité del Patrimonio Mundial señala que las "medidas correctivas se han completado y se ha alcanzado el estado deseado de conservación para retirar el sitio de la Lista del Patrimonio en Peligro".
Nada más ser incluido en 2012 como sitio cultural en la Lista del Patrimonio Mundial, por petición urgente de las autoridades palestinas se decidió añadir a la Lista del Patrimonio en Peligro la cuna de la cristiandad y el camino que, según la tradición, recorrieron María y José para llegar al lugar donde nació Jesús.
La Basílica de la Natividad fue inscrita en la Lista del Patrimonio en Peligro por la degradación del complejo arquitectónico de la Basílica de la Natividad, que sufrió infiltraciones de agua en su techumbre.
El sitio cultural se encuentra a 10 kilómetros al sur de Jerusalén sobre la gruta donde los cristianos creen que nació Jesucristo.
En el 399 d.C. se construyó una primera iglesia, que fue sustituida por otra en el siglo VI tras un incendio.
El lugar incluye también conventos e iglesias latinas, griegas, ortodoxas, franciscanas y armenias, así como campanarios, jardines en terraza y una ruta de peregrinación.
Los trabajos de conservación física se han llevado a cabo desde 2013 e incluyen la restauración del techo, que finalizó en abril de 2016.
Además, se restauraron 8 capiteles, 46 columnas con sus pinturas, el Narthex -entrada principal de la Basílica-, la ebanistería, las fachadas exteriores de piedra, las paredes internas, los mosaicos de las paredes y el 70 % de los mosaicos del suelo, así como las puertas y los arquitrabes.
También incluyeron la instalación de iluminación y de los sistemas de detección de humo.
Las labores que aún no se complearon "progresan conforme a los fondos disponibles", se describe en el informe sobre el estado de conservación de la Basílica de la Natividad.
El Comité valora en su decisión el Plan de Gestión para la Conservación revisado y que se haya cancelado el proyecto para construir un túnel por debajo de la Plaza del Pesebre.
Asimismo, solicita a las autoridades que incluyan las recomendaciones de ICOMOS acerca del programa para la restauración del centro histórico y religioso y la recuperación de la calle de la Estrella, que constituye la parte más larga de la ruta de peregrinaje y desemboca en la plaza de la Natividad.
El objetivo es volver a atraer a habitantes y propietarios de comercios a esa calle para reactivar las propiedades abandonadas y alentar el turismo.
