Bits o bytes
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Tenemos un gobierno “binario”. Piensa y decide en términos de SI o NO, positivo o negativo, blanco o negro, amigo o enemigo. Todas estas alternativas se pueden ser representadas por un “bit’, un “0” (cero) o un 1 (uno). El bit es una abreviación de “binary digit”.)
Para los humanos, manejar bits es bromoso y confuso. Para una computadora, procesar bits está perfecto, dado que puede realizar miles de millones de operaciones por segundo. Por ejemplo con ocho, dieciséis, o treinta y dos bits, se construyen paquetes llamados “bytes”.
Luego la computadora usa los bytes para crear el abecedario, números y fórmulas, etc. Su velocidad recompensa las raquíticas posibilidades informativas del pequeñito “bit”. Con millones de combinaciones de 0’s y 1’s agrupados en bytes, tienden un puente al mundo humano.
Sin embargo, para un gobierno, pensar en “bits” resulta en algo así como echarle candado al cerebro. Tener un presidente que procesa con lentitud y convierte todas las decisiones en un ejercicio binario, está resultando en un problemón marca diablo.
¿Si o no aeropuerto de Texcoco? Él dice no. ¿Si o no Tren Maya? Él dice sí. ¿Si o no a las privatizaciones? Él dice no. ¿Si o no a Dos Bocas? Él dice Sí. ¿Si o no cerrar ductos? Él dice Sí. ¿Castigar delincuentes? Él dice No. Nótese que si el Presidente binario hubiera decidido con pico o mona, la probabilidad natural es que se hubiera equivocado en tres y atinado tres.
¡Pero los mexicanos no tenemos tanta suerte! El señor se las ingenió para equivocarse en seis de seis. ¡O sea que para nuestra desgracia le atinó a una en sesenta y cuatro para poder sacar todo mal! (½ X ½ X ½ x ½ x ½ x ½). Con la Virgen Morena secuestrada, ya valimos.
Bienvenidos mexicanos al infierno booleano del Presidente binario. Bienvenidos al mundo simplista de decisiones SI o NO. Es así como México por fin pone su marca en el mundo digital.
Pero como dicen, la realidad siempre es más complicada de lo que aparenta. Para validar lo que su mente cerrada avienta, el Presidente recurre de nuevo a otra decisión binaria: sus consultas amañadas. La pregunta que someten “al pueblo” es algo así como: “¿Verdad que te gustaría tener un país en el que todo sea color de rosa y los turistas tengan muchas alternativas de transporte, entre ellas un tren maya, que al cabo la selva tiene toda la eternidad para recuperarse? Di: SI o NO.”… ¡valiendo sombrilla!
Si me mofo del Presidente y su estilo binario es porque resulta ridículo que estemos sometidos a alguien tan seriamente limitado en su capacidad de razonar. Por ello, lo reto a que objete el cálculo que me envió un economista de verdad, (no de los que lo asesoran a él).
Caso Dos Bocas: Costo Admitido Proyectado: 8 mil millones de dólares (mmdd). Ingresos: 340 mil barriles x 365 días x 5.34 USD (utilidad por barril según el dato más optimista de los últimos cinco años) x 10 años = 6 mil 627 mmdd. Una pérdida de más mil millones de dólares. Cada dólar de sobregiro presupuestal aumentará la pérdida neta.
Repito, si sus decisiones fueran binarias y al azar, cuando menos nos hubiéramos ahorrado tres de las seis tarugadas. Entonces hay un sesgo y otra explicación más plausible: el Presidente se está equivocando porque su “ideología” lo polariza entre amigos y enemigos. Para destruir a éstos, los neoliberales, destruye el país.
El presidente binario es producto de una elección también binaria. Los ciudadanos dejamos que los corruptos partidos políticos mexicanos nos arrinconaran: votar por el “PRIAN” o votar por “el terco”. La gran mayoría de la gente votó por el terco.
El problema de fondo es la inoperancia del sistema de justicia, al cual el presidente binario no le ve utilidad alguna. Él es un convalidador de la impunidad total como sistema. Permitir que los maestros bloqueen el Congreso de la Unión es corrupción institucionalizada.
Veo un paralelo. Tras el ataque a las torres gemelas, para evitar la asfixia, ejecutivos de altos vuelos prefirieron saltar a la muerte segura a cambio de cinco segundos de aire fresco. Esta es la realidad que enfrentamos en el México de “bits” y “bites” (mordidas).