Boquillas del Carmen, la región coahuilense que más le teme a Donald Trump
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Temen habitantes que este ejido de Ocampo se convierta en pueblo fantasma, si Presidente de Estados Unidos cumple amenazas
Los pobladores de Boquillas del Carmen, ubicado en el estado de Coahuila, temen al muro que pretende construir Donald Trump en la frontera entre de EU y México.
En Boquillas del Carmen hay temor. Los habitantes tienen miedo de que se vuelva un pueblo “fantasma” si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumple con el plan de sellar con un muro la frontera con México.
“Necesitamos a los turistas que llegan cada día de Estados Unidos”, dice Esperanza Coronado, que vende bolsas de tela bordadas a los visitantes en este pueblo mexicano situado a la orilla del Río Bravo. “Son nuestra única fuente de ingresos”.
Mientras que en otras partes la línea limítrofe entre Estados Unidos y México está fuertemente protegida por rejas metálicas, sólo el río divide a los dos países entre el Parque Nacional Big Bend de Texas y el estado de Coahuila.
Una lancha de remos traslada cada día a unos 40 turistas estadounidenses hacia México. Comen unos tacos, pasean por el pueblo y compran souvenirs. Unas horas más tarde, vuelven a Texas.
“Si Trump construye su muro, estamos jodidos”, dice Ventura Falcon, dueño de uno de los dos restaurantes de Boquillas del Carmen. En la entrada tiene colgado un cráneo de animal con una banderita estadounidense y la imagen de Trump. Una inscripción dice: “No al muro”.
Trump anunció que construirá un muro en la frontera de más de 3 mil kilómetros para frenar el tráfico de drogas y la inmigración ilegal. Pretende, además, que lo pague México, algo que el Gobierno mexicano ya descartó por completo.
Se desconoce por dónde pasará el muro, pero los habitantes de Boquillas del Carmen ya saben lo que les podría esperar. En 2002 les cerraron el cruce fronterizo como reacción a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, y Boquillas del Carmen se volvió un pueblo muerto.
“Nos fuimos a Norias de Boquilla. Mi esposo cosechó candelilla, una planta del desierto y se dedicó a la producción de cera. Un trabajo muy duro”, cuenta Juanita Sandoval Romero. Cuando la frontera fue reabierta en 2013, los pobladores regresaron.
La vida es sencilla en esta remota comunidad. Sus habitantes viven en casas humildes y no hay más que montañas y desierto alrededor. La siguiente población medianamente grande en México es Múzquiz, a cuatro horas en automóvil.
En Boquillas del Carmen hay un templo, una pequeña clínica de salud y una escuela para los niños de unas 40 familias. “Nos va bien aquí”, dice Falcon.
Andrea Díaz González está preocupada por el futuro. Vende pequeñas figuras de cobre a los turistas: escorpiones, pájaros, armadillos. “Acá tenemos nuestras casas”, explica. “¿Dónde vamos a ir?”.
Boquillas del Carmen fue fundado a finales del siglo 19. Sus pobladores trabajaban en las minas de plata y plomo de las montañas de la Sierra del Carmen. Durante mucho tiempo la frontera no tuvo ningún tipo de restricciones al paso.
“Cuando era niño íbamos con frecuencia a la ciudad de Marathon, en Texas”, relata Cruz González Vásquez, de 86 años. “Mi tío y mi tía vivían ahí”.
Hasta que la frontera fue cerrada en 2002, había facilidad para internarse a Estados Unidos. “Cruzábamos a al país vecino todo el tiempo. Los agentes de protección fronteriza nos conocían a todos”, afirma Falcon. “Mientras nos quedáramos en el Parque Nacional Big Bend, no necesitábamos visa”.
Ahora las cosas son distintas. Aunque sólo el río separa a los dos países, los habitantes de Boquillas del Carmen sólo pueden cruzar si tienen visa, pero la mayoría no tiene.
Del lado estadounidense hay un puesto de control automatizado en la oficina del guardaparque, que cierra puntualmente a las 17:00 horas y opera 5 veces por semana.
A la mayoría de los habitantes de Boquillas del Carmen no les interesa cruzar de manera permanente a Estados Unidos. Les gustan su pueblo junto a la suave corriente del río y las imponentes montañas de la sierra.
Pero la frontera abierta es vital para ellos. “Si ponen un muro, otra vez esto se volverá un pueblo fantasma”, dice Falcon.
UN REGALO PARA LOS OJOS
Boquillas del Carmen nos regala una belleza natural muy atractiva para los turistas mexicanos y extranjeros.
Expertos señalan que a la Sierra del Carmen la conforma un sistema con una interesante formación geológica. La mayor parte por materiales sedimentarios de tipo calcáreo.
Su origen volcánico o ígneo le da formas muy accidentadas, lo que dan una singular belleza
Refieren que la zona estuvo habitada por comunidades humanas desde hace miles de años, ahí tribus nómadas utilizaban temporalmente sus recursos naturales durante sus desplazamientos por la región.
También dio refugio a grupos indígenas norteamericanos, como Apaches y Comanches, que allá fueron perseguidos y desplazados de sus territorios originales alrededor del año 1500.
¿Dónde se ubica?
> Boquillas del Carmen es una pequeña población de Ocampo, Coahuila, ubicado a las orillas del Río Bravo, en la frontera entre Estados Unidos y México, se encuentra frente a la población de Boquillas, Texas.
> Es una comunidad muy aislada del resto de México, pues se encuentra en el extremo noroeste de Coahuila, sin ningún centro de población de importancia en las cercanías, se comunica por medio de la carretera federal 53 con la ciudad de Múquiz, Coahuila, de la que se encuentra separada por 238 kilómetros y está totalmente rodeada de territorio desértico.
> Cruzando la frontera, en Boquillas comienza el Parque Nacional Big Bend, principal atractivo turístico de la región en Texas.
> En este lugar Boquillas del Carmen también recibía turismo que le permitía una actividad económica, sobre todo de personas que visitaban la cerca Área de Protección de Flora y Fauna Maderas del Carmen.
> En mayo de 2002 el paso fronterizo entre ambas poblaciones fue cerrado, lo cual causó una profunda crisis económica en Boquillas del Carmen, pues la gran mayoría de sus visitantes provenían de los Estados Unidos, lo que provocó un importante descenso de la población, que emigró a otras poblaciones en búsqueda de oportunidades de trabajo.
El dato
> El alcalde de Ocampo, Alfonso Pecina, dijo que el proyecto turístico que pretende potenciar el atractivo de Boquillas del Carmen va por buen camino, esta declaración contrasta con el panorama que se vislumbra con la llegada de Trump.