Breves de inseguridad coahuilense

PRIMERA. FEMINICIDIOS EN COAHUILA. Según cifras de la Fiscalía del estado, durante 2019 se presentaron 31 casos de feminicidio, por lo que se duplicó el número en comparación con el año anterior.

Aparte, los datos reportados indican que de ese total de casos se han judicializado solamente 19 asuntos en los cuales se dictaminó el no ejercicio de la acción penal por la muerte de los señalados; además de que se han dictaminado ocho sentencias condenatorias y existen otras 10 personas detenidas esperando su audiencia de juicio. Dichos datos indican que en los casos de 2019, al menos seis están esperando judicialización, con sus respectivas órdenes de aprehensión.

Los datos de impunidad en los feminicidios en el estado reflejan que nuestro sistema penal y de persecución de los delitos no solamente es torpe, sino además inoperante.

Leyes que dan protección en derechos humanos a delincuentes y que no ofrecen garantías de seguridad a las víctimas del delito, autoridades prestas al “centaveo” para que los asuntos puedan correr y al final una ley acomodaticia para perder amparos son el resultado de reformas caprichosas de los sexenios pasados que tenían el sueño dorado de un policía per cápita, pero para la extorsión y el control ciudadano.

Y no es que el feminismo sea un tema de moda, sino que existe un clamor en la sociedad ante la crueldad manifiesta en este tipo de homicidios y la desfachatez con la que los homicidas se pasean entre los tribunales vistiendo la capa de la impunidad. Pobre Coahuila estamos en el abandono de los valores.

SEGUNDA. Según los últimos datos del Secretariado Nacional de Seguridad Coahuila tuvo en Enero de 2020 la suma de 4445 delitos, con un índice de criminalidad mayor al de: Tamaulipas, Guerrero y Michoacán.

La jactancia es el peor de los pecados en los que ha incurrido la Gerencia Gubernamental de Coahuila, su primera declaración a través de Chema Fraustro es que se habían acabado los grupos del crimen organizado y posteriormente que los delitos cometidos en Coahuila eran menores.

Durante los primeros meses de esta gerencia de negocios, Chema hizo y deshizo en materia de seguridad hasta que le impusieron al policía Pliego, quien luchó por la seguridad con el enemigo adentro hasta que no aguantó y busco salida.

El arribo de Sonia Villarreal a la Secretaría de Seguridad devino del premio de consolación por la pérdida desastrosa de la alcaldía de Piedras Negras y, evidentemente, los favores prestados en los homicidios acontecidos en su administración a los que se les borró toda huella posible.

Chema resultó ganador en este acuerdo, ya que recuperó el control de los cuerpos policiacos para su beneficio, sin embargo, la respuesta de los grupos criminales ya ha generado dos asesinatos de gente del gobierno a nivel subsecretaría.

El ninguneo hacia Sonia resultó evidente en la ceremonia en la que la FGE recibió la Acreditación de Calidad Internacional de los laboratorios de Genética y Balística a la que no fue invitada. Entre tanto, Coahuila se debate entre la acción cada día más evidente de la maña.

TERCERA. Más que evidente, burda la maniobra del clan Moreira y Carlitos para seguir controlando las secciones sindicales 5 y 38 del SNTE, simulando llevar a la cárcel al exsecretario de la 5, Ponce Grimaldo; le siguen un juicio penal por un delito no acreditable más que en instancias públicas, y aparte se llevan el juicio hasta septiembre después de que pasen los comicios por el riesgo de que el exsecretario pudiera ser absuelto en procesos electorales.

Por cierto, el exmandadero Chuy Flores, fiscal anticorrupción, se vio torpe en la audiencia de formulación de imputación contra Ponce, tanto así que no encontraba documentos en su carpeta y solicitaba prórrogas. De no ser porque la juez de la causa actuó como parte acusadora, el profesor trinquetes se les hubiera pelado. De ese tamaño está la notoria incapacidad de Flores Mier. Vaya cosa.