Carta de batalla
COMPARTIR
TEMAS
Carta de batalla: me declaro el enemigo jurado número uno del Alcalde de Saltillo, “Chilote” López Villarreal (señor editor, no es Isidro, sino “Chilote”; ya nadie lo recuerda pero él así se bautizó en una entrevista con medios de comunicación. Fue en la campaña, si Fernando de las Fuentes era el “Diablito”, él era el “Chilote”. Punto). Me declaro su principal crítico. No veo en este Alcalde virtud, sino yerros. No veo cualidades. Sus acciones conducen eternamente a lamentarse de haberlo elegido (los que votaron, pues).
Lo voy a decir en orden sólo para poner los puntos en su sitio: López Villarreal pertenece a una clase social diferente a la mía. Él es simplemente un creso. Y no tengo ningún prejuicio al respecto. ¿Yo?
Yo pertenezco a una casta divina, a la de los intelectuales. Aquellos que tratamos de cambiar el orden de las cosas, aquellos que dejamos nuestra vida en un texto, en un poema, en un libro, en un artículo, en un cuadro, en una pintura… en el arte todo. Hace mucho dejé en un cajón el ábaco del comerciante, del emprendedor y del negociante, por lo cual eso de las sumas y restas de dinero no se me dan. A estas alturas de mi vida menos.
Y como “Chilote” López Villarreal es un creso, ha tenido un solo pasatiempo en su vida: gastar su dinero. Y como al parecer ni para eso es bueno, tiene que tener a su lado “asesores”. En Saltillo no manda “Chilote” López sino Rosendo Villarreal —abuelo de sí mismo— y el fracasado y perdedor de Ernesto Saro. Éstos y no otros, deciden en qué va a gastar y cómo va a gastar el Alcalde de Saltillo. E insisto, como el Alcalde toda su vida ha tenido dinero (y vuelvo a insistir, eso me da gusto. Es tan pobre que sólo dinero tiene) no conoce la ciudad, no conoce a sus gobernados; éste no conoce ni sabe que su “toma de decisiones” (es un eufemismo pues, es burla) ha impactado para mal la vida de toda una ciudad capital.
Una capital y ciudadanía que rogamos, sí, rogamos a Dios que ya se vaya.
Lejos está el pálido alfabeto de López Villarreal de leer a Octavio Paz cuando éste afirmó (lo parafraseo, la cita textual no la recuerdo): un Alcalde, un Gobernador o un Presidente pueden hacer todo el daño que quieren y si desean y a veces, pueden hacer el bien. ¿Sabrá cuánto daño está haciendo a los ciudadanos pobres y jodidos como yo, el Alcalde de Saltillo? hace algunas lunas publiqué un celebrado texto en un diario de la localidad titulado “Lamentaciones por las ruinas de Saltillo”. Fue ampliamente replicado.
Pero al parecer, me quedé corto. Si usted es lector asiduo de medios de comunicación, López Villarreal ha unido a todo los editorialistas en su contra.
Esquina-bajan
Algunos con tibias críticas. Otros como yo, de plano encabronados. Los comerciantes crispados y en quiebra. Los vecinos lamentándose. ¿Ya lo notó? Aún no terminan las obras de remodelación de la calle Aldama y el pasado 15 y 16 de septiembre, el Ayuntamiento rentó esa arteria para la instalación de la vendimia.
¿Cuál fue el resultado? De nada sirvió la remodelación, aquello se convirtió en un muladar. Piso manchado, adoquines y banquetas oliendo a excremento y orines frescos. Inmundicia, hedor…
Seamos francos, a “Chilote” López no le interesa el Centro de Saltillo y tal vez, ni su ciudad. Nunca ha andado en una desvencijada combi. No sabe de los asaltos diarios a transeúntes en el centro luego de salir uno de su trabajo, no sabe del infernal ruido y estruendo en que se ha convertido mi calle, Ramos Arizpe y la nube de polvo apocalíptico en que se manifiesta el demonio en todo el perímetro del centro. No sabe de las ruinas en que está dejando a la ciudad. Sin planeación, era lógico y esperado este caos. ¿Hay un guión para el mal llamado “Centro Histórico”?
Absolutamente no. ¿Recuerda usted que hace poco vino a México sus majestades, los Reyes de España, Felipe y Leticia?
¿Sabe usted qué otra ciudad amén del bello Distrito Federal visitaron? A 320 kilómetros, Zacatecas y su imponente Centro Histórico. Patrimonio Arquitectónico de la Humanidad según la Unesco, en Zacatecas aman su ciudad. ¿Y por qué no visitaron las ruinas de Saltillo? Usted tiene la respuesta en su lengua. ¿Por qué no contratan al historiador, Carlos Manuel Valdés, para que les haga un mínimo guión con miras a sacar del atolladero la destrucción del centro. “Chilote” ni sabe de ello y no le interesa. ¿Sabrá leer?
Letras minúsculas
Aquí planto mi estandarte de batalla: me declaro enemigo de Isidro López Villarreal. Le tengo un sólo mensaje: no pasará a la gubernatura. Lo juro.