Casa Colibrí, centro de arte y desarrollo humano: 'El arte no debería ser un lujo'

La vieja casa amarilla ubicada en el número 536 de Ramos Arizpe, en el primer cuadro de la ciudad, ha sido hogar y residencia de muchos y aunque por años estuvo en abandono un grupo de profesionales la rescató para hacer de ella un centro de apoyo e interés de toda la comunidad saltillense.

Casa Colibrí es un proyecto multidisciplinario que a través del arte y de la atención a la salud mental y espiritual busca generar cambios positivos en la sociedad y en entrevista con VANGUARDIA, Enrique Garza, director del centro, habló sobre la oferta que tienen.

“Tenemos oferta de talleres; danza folclórica, tenemos teatro, hay dibujo, artes plásticas. Vamos a iniciar con danzas polinesias en febrero. Vamos a tener un talleres de origami, de escritura creativa, de ortografía y redacción”, expresó.

“Pero el siguiente paso es poner estos servicios al alcance de personas que tal vez no puedan pagar un curso de pintura, por ejemplo”, agregó.

Si bien el espacio cuenta también con cursos de inglés, atención psicológica para niños, jóvenes y adultos, así como un espacio de masajes, el proyecto, en proceso de convertirse en una asociación civil, busca llevar estos servicios a públicos que de otra manera no tendrían acceso a ellos a través de un fondo de becas autogenerado.

“Si de por sí de entrada la casa tiene sus servicios a precios bastante accesibles”, comentó, “estamos hablando de que nuestros talleres oscilan entre los 100 y 150 pesos por semana, algunos con material incluido como el de pintura y dibujo. El siguiente paso es desdoblarnos a sectores vulnerables y ofrecerles becas”.

“Queremos ofrecer al menos en esta primera etapa becas del 50 por ciento de descuento en todos los servicios, tanto en inscripción como pago semanal”, continuó Garza, “y también vamos a tener en el área de psicología y desarrollo humano, que nuestro precio regular de terapia son 350, con lo que te puedes encontrar en otros lados más caro, tenemos un sistema de apoyo que van a pagar solamente cien pesos por sesión”.

Su intención es llevar sus servicios a escuelas públicas, zonas vulnerables de la ciudad, e incluso ejidos y ranchos donde puedan ser necesarios, en particular los relativos a la salud mental y el desarrollo humano, con cursos abiertos a todo el público sobre inteligencia emocional, disciplina positiva y otros temas.

“El arte no debería ser un lujo”, expresó, “el arte debe estar al alcance de todos y aquí consideramos que el arte tiene un poderoso catalizador. Ayuda a que las personas se alejen de las adicciones, de la violencia, de la delincuencia. ¿Porqué tendría que estar entonces a precios a tan altos?”

Al respecto de ese fondo de becas mencionó que se forma con un porcentaje de las cuotas normales, por lo que cada uno de los asistentes a un taller, curso o terapia que pague el precio habitual estará apoyando a que alguien con menor capacidad adquisitiva pueda obtener también los beneficios que Casa Colibrí ofrece.

Asimismo el recinto tiene abiertas sus puertas para artistas locales que busquen dar a conocer su trabajo. Actualmente cuentan con espacios para exposiciones temporales de artes visuales y pronto terminarán de acondicionar un escenario para artes escénicas, así como presentaciones de libros y conferencias.

Destacó que además de la oferta de desarrollo con la que cuentan, aunado al sistema de becas, Casa Colibrí destaca por su equipo “pues tenemos la ventaja que quienes han creído en el proyecto y se han enamorado de él, como Saúl (Martínez) y otros profesionistas que tienen una carrera que los sustentan. Es decir, son gente que ya tiene su trayectoria”.

Para más informes se pueden contactar a través de la página de Facebook de Casa Colbrí y en el Whatsapp 844 348 70 18.