Catalanes en México
COMPARTIR
TEMAS
Era un paquete debidamente empacado. Ni chico ni grande. De regular tamaño. Lo había visto un par de ocasiones en mi residencia, lo cargué de un lado a otro, pero vaya usted a saber estimado lector, porque no lo abría. De hecho, así tengo algunas cajas y otros paquetes. Según yo todo está debidamente clasificado y en su sitio (en mi memoria, claro) y adolezco de llevar una buena sistematización, guía o lista de todo esto. Regreso al paquete original debidamente embalado. En estos días tropecé con él y fue cuando me dispuse a abrirlo. Así lo hice.
Era naturalmente un bulto de libros y revistas. Pero, su contenido ahora lo considero deslumbrante. Y claro, pregunta, ¿por qué diablos mi precaria memoria había olvidado semejante paquete de publicaciones? No lo sé, pero ahora celebro haberlo abierto en días pasados. Los libros los traje de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, específicamente del año 2004. ¿Por qué lo aseguro? Porque me encontré con un hermoso catálogo publicado ex profeso para la FIL, por el FCE, hoy en manos del barbaján de Paco Taibo II, quien quiere más a José Revueltas, con todo lo bueno que éste fue, pero infinitamente menor, que a don Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura. Hace algunas semanas Taibo apareció con una playera con esa leyenda: “Más Revueltas menos Paz.” En fin, nada nuevo con ese tipo de gente de “izquierda.” Decía del bello catálogo editado. Se llama “Cataluña en el FCE. Autores y colaboradores”. Con ilustraciones de varios artistas catalanes, pero sin duda, las mejores, las de Vicente Rojo. Una joya.
Ese año, según mis notas, el prestigiadísimo –en ese entonces así llamado– “Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo”, recayó en las manos del periodista y escritor español exiliado en Marruecos, Juan Goytisolo (†). Hijo de la Guerra Civil Española y de las atrocidades que se cometieron en su patria (la madre del escritor, Julia Gay Vives, murió en el bombardeo del 17 de marzo de 1938 en pleno centro de Barcelona), Goytisolo escribió en sus memorias que la figura de Francisco Franco tuvo un peso mayor en su infancia y juventud, que la de su propio padre. Autor de 18 novelas, dos libros de relatos, dos textos autobiográficos, 8 libros de crónicas y reportajes y 19 libros de ensayo literario, Juan Goytisolo se destacó por ser un escritor combatiente, pero no sólo en un contexto de luchas y reivindicaciones políticas o sociales. Autoexiliado ya luego por vocación propia y censurado en su país durante los años de la dictadura franquista, Goytisolo desacralizó mitos y fue un feroz impugnador del pensamiento tendencioso que siguió su patria española, luego de la caída del dictador Francisco Franco. “Goytisolo es desde hace tiempo el mayor enemigo del conservadurismo castizo”, escribieron en su en su momento, sus aplicados comentaristas.
ESQUINA-BAJAN
Y usted lo sabe, la cultura mexicana y española están y desde siempre, en franco matrimonio. Se complementan mutuamente. Al revisar someramente el catálogo del FCE, se encuentra unos con los siguientes nombres mexicanos y catalanes, es lo mismo: Víctor Alba, Rafael Argullol, Agustí Bartra, Josep Carner, Emilio García Riera, Manuel Durán, Pere Calders, José Pascual Buxó, Pedro F. Miret, Martí Soler, Ramón Xirau, Joaquín Xirau y un largo, largo etcétera. Todos ellos, actores los cuales contribuyeron a moldear nuestra cultura toda. Tal vez usted identifique a algunos arriba deletreados como autores, pero es increíble y descomunal la participación y aportación de esta nave de catalanes, en nuestra cultura y habla española (castellana) al traducir, dictar cátedra, ser editores, impresores, grabadores.
Van algunos datos los cuales he leído con pasión en este muestrario y claro, una vez más descubro mi ignorancia enciclopédica al respecto (no sé nada de todo, caray). Carles Gerhard tradujo para el FCE, los siguientes libros (es una pálida selección): “Esencia y efecto del concepto del símbolo” de Ernest Cassirer; Georg Lukács y su “Problemas del realismo”; “Literatura y fantasía” de Wilhelm Dilthey. Y lo siguiente me tiene harto perturbado: Josep Carner fue un catalán de orden mundial. Lo mismo estuvo en México, Bruselas, Chile, Argentina. El catalán tradujo a William Shakespeare, Móliere, Charles Dickens, Lewis Carroll, Mark Twain, Alfred Musset… y aquí viene lo duro para mí, para reforzar mi ignorancia de todo: tengo en muy alta estima dos libros los cuales releo periódicamente: “Areopagítica” de John Milton y “Principios de una ciencia nueva” de Giambatista Vico. Pues bien, el sabio catalán Josep Carner los vertió al español. ¡Ah!
Juan Goytisolo, él mismo ibérico, catalán y español, fue un renovador del lenguaje a partir del multiculturalismo que nutrió su vida y sus textos, el Premio Juan Rulfo recayó ese año en un novelista excepcional. Sus obras insisten con audacia y tino en los ejercicios paralelos de la crítica y el humor desmitificador, la introspección y el debate cívico y la aguda observación de microcosmos valiosos, aunque casi invisibles al ojo humano normal, es el caso de la plaza de Xemáa el Fna, en el centro de la ciudad que eligió para morir como parte de su iconografía sentimental: Marrakech. En ese entonces, otro alto ser humano aún estaba vivo, Carlos Fuentes, quien dijo que el premio lejos de ser “Goytisolitario”, era “Goytisolidario.” El juego de palabras fue acertado, como siempre en Carlos Fuentes. Ambos platican en la eternidad.
LETRAS MINÚSCULAS
Catalanes en el corazón de México. Nuestro mestizaje y hermandad son de linaje escogido. ¿Y López Obrador? Pudriéndose en su rencor y odio.