Coahuila, ¿hacia un modelo de urbanización inteligente?
COMPARTIR
TEMAS
El Gobierno de Coahuila, a través de su Secretaría de Vivienda y Ordenamiento Territorial, anunció ayer el inicio de un proceso de discusión, reflexión y análisis que debería conducir a Coahuila a la creación de una legislación que otorgue al crecimiento urbano un orden y sentido realmente útiles para toda la población.
El proceso iniciará con un Foro Internacional de Vivienda Adecuada y Urbanización Sostenible, a realizarse los próximos días 25 y 26 de noviembre, para luego dar paso a un proceso de asesoría y acompañamiento por parte de la ONU y finalmente elaborar el proyecto de una Ley de Vivienda.
“El foro es el pie de saque. El acuerdo que firmamos es arrancar con el foro. El foro termina el 26 de noviembre y a partir del mes de enero del 2020, la ONU Hábitat estará visitando a los municipios de Coahuila para realizar estudios de cómo se encuentra en su tema de vivienda y de urbanismo”, dijo al respecto el titular de la secretaría de Vivienda, Jericó Abramo.
La intención de este proceso es generar un ordenamiento legal que amplíe las posibilidades de acceso a la vivienda de los ciudadanos, impulse el desarrollo vertical de las ciudades y, en general, haga las ciudades más habitables.
Se trata, sin duda alguna, de una iniciativa adecuada y necesaria, pues si algo está claro en estos tiempos es que la forma en la cual han crecido los núcleos urbanos en todo el mundo no han hecho de las ciudades lugares para vivir mejor, sino al contrario.
Vale la pena señalar, sin embargo, que la creación de leyes o el diseño de planes rectores para el crecimiento urbano son sólo una parte de la solución, y acaso no sean las más importantes.
Y es que si no existe determinación y compromiso de las autoridades para frenar los intereses especulativos, que han conducido al crecimiento desordenado de los núcleos urbanos, cualquier ley, por mucho asesoramiento de la ONU que se tenga, será inútil.
En este sentido es necesario señalar que las zonas urbanas de Coahuila han tenido, desde hace mucho tiempo, planes directores para regular su crecimiento y la entidad ha establecido un importante número de leyes para mejorar la urbanización, pero todo el que puede las viola.
La capital de Coahuila es un ejemplo claro de cómo se ha favorecido el negocio de unos pocos especuladores a costa de integrar una mancha urbana mal comunicada, extendida de forma excesiva y con carencia de servicios públicos en diversas zonas.
Eso no quiere decir que el esfuerzo anunciado no deba realizarse, desde luego. Lo que quiere decir es que necesitamos un mayor compromiso de las autoridades estatales y municipales para que el resultado de este proceso se convierta en una guía que todos estén obligados a seguir, sin excepciones.
Porque sólo si se hace eso valdrá la pena invertir tiempo, dinero y esfuerzo en crear una norma que nos ayude a convertir los espacios urbanos en mejores lugares para vivir.
Si no existe determinación y compromiso de las autoridades para frenar intereses especulativos, cualquier ley, por mucho asesoramiento de la ONU que se tenga, será inútil.