¿Cómo hacer de la migración una oportunidad?
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La migración es un fenómeno que ha acompañado a la humanidad a lo largo de toda su historia y hoy es un tema compartido. Lo es en la región desde hace poco más de 100 años, y con la globalización tal parece que estuvimos dispuestos a que pasaran de un lugar a otro las cosas materiales pero no las personas. En estos días adquiere una relevancia mayor por el discurso oficial y no oficial de EU.
Primero, el tema inmediato: la defensa de los mexicanos migrantes en EU. Debemos reconocer que la inmensa mayoría quieren quedarse allá. ¿Se puede hacer algo para ayudarles? Sí. Tener más creatividad para sensibilizar a la sociedad estadounidense sobre lo que México representa para EU.
Ésa es una de las razones por las que mi viaje a Washington no fue sólo a ver migrantes y a quienes los defienden. También fui a ver congresistas y asistí a la invitación del Atlantic Council que ha puesto en la mesa el riesgo para EU de perdernos como socios. Se trata de reducir los riesgos y las consecuencias negativas de la deportación, tenemos que acercarnos una y otra vez a los gobernadores y alcaldes que se han pronunciado a favor de que sus ciudades continúen en su empeño de ser ciudades santuarios o amigables; tampoco podemos dejar de reconocer a los congresistas que señalan la importancia de la relación con México. Debemos relacionarnos todavía más con los principales empleadores –en sectores como agricultura, construcción y servicios– para que inicien la regularización de los trabajadores sin documentos. Desde luego, también hay que brindarles asesoría para que no separen familias y, si esto ocurre, que ellos sepan cómo y dónde pedir ayuda.
Segundo, ¿qué vamos a hacer con los mexicanos deportados? Pueden llegar a ser muchos en relativamente poco tiempo. El Estado debe ser eficaz en procesar esta situación para lo cual necesita un programa especial que reciba a los mexicanos deportados de manera ágil y les ayude a resolver de inmediato temas de documentación, acceso a la salud y a la educación para sus hijos y asesoría legal gratuita.
Con respecto a los dreamers, México debe responder con una ley o con un decreto para que se les revaliden los estudios y se apoye el ingreso a la educación media superior y superior. Pero este mismo decreto –del ejecutivo o del legislativo– debe también expedirse para establecer medidas a favor de muchos que se han especializado en distintos oficios y que la propia Secretaría del Trabajo podría certificar y la Secretaría de Economía apoyar.
La inmensa mayoría son gente trabajadora y emprendedora que ha aprendido y dominado oficios, adquirido experiencia laboral e incluso ha lanzado negocios exitosos. A cada migrante le debemos quitar las piedras del camino, no podemos recibirlos con trámites burocráticos, corrupción y abuso del Gobierno.
Tercero, México debe brindar un trato digno –que exigimos para los nuestros– a los migrantes centroamericanos y de otros países. Hay que tener claro que el muro no divide a EU y México: divide a EU de toda América Latina y por eso nuestro País será el lugar donde se detendrán los flujos migratorios hacia el norte. Es urgente combatir la corrupción de las autoridades migratorias y de seguridad en la frontera sur.
Cuarto, apoyar a las comunidades de origen de los migrantes. Por ejemplo, debemos reforzar y recuperar la esencia original del programa 3x1 –que conjunta recursos de los migrantes con aportaciones de los tres órdenes de Gobierno–. También hay que pensar en términos novedosos cómo cambiar el uso de las remesas de consumo a inversión, para que detonen crecimiento y empleo en las comunidades de donde salen nuestros migrantes.
POR CIERTO: han aparecido algunas notas señalando que es posible que algunas empresas mexicanas están dispuestas a participar en la construcción del muro inútil y caro que se pretende hacer en la frontera sur de Estados Unidos. Espero que no sea realmente cierto porque hay límites y uno de ellos es la dignidad nacional.