Compromiso social
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Estamos a menos de un par de meses que se registró la nevada en nuestra ciudad aquel 27 de enero pasado, y nos quedamos con los deseos de alguna otra. La esperanza de aunque fueran unos pocos más de días fríos, al parecer quedará pospuesta hasta para la siguiente temporada, por más que escuchemos la sentencia de los abuelos de que la última helada cae en abril.
La temprana luz de las mañanas anuncia con señales ciertamente determinantes el fin del invierno, y la víspera de la primavera. La ciudad adquiere multicolores tonalidades, más festivas. Se le observa mucho más alegre. Escuchamos el trinar de las aves al amanecer y su canto nos vuelve un poco más optimistas. Hace presentir que el día será radiante. Luminoso, feliz.
Los domingos, ya lo decíamos la semana anterior, se pueblan de familias los parques y lugares de entretenimiento al aire libre. Son muchas las necesidades en estos sitios, muchos en condiciones que requieren cuidados especiales; en las áreas infantiles, sumamente notorio.
Pero si la ciudad adquiere atmósfera familiar los sábados y domingos en los parques, la ciudad nocturna también resulta de gran atractivo.
Paseo por la calle Victoria. Bullicio, movimiento, luz. Ocho de la noche el viernes anterior. La gente ha salido de los trabajos y se queda en el centro para deambular por ahí. Algunos se detienen en los pequeños restaurantes que la habitan; otros vienen de compras, y algunos más sólo la transitan cómodamente. La iluminación en la Alameda Zaragoza invita a continuar el recorrido tranquilamente por entre los árboles, siguiendo los andadores. Y más allá, hipnotiza la presencia de la siempre acogedora y entrañable Librería Carlos Monsiváis. Se respira ahí mismo un movimiento atrayente. Visitantes que arriban; otros que se retiran y unos más que permanecen al aire libre, en la terraza, disfrutando de la tarde-noche, en conversación aromada por el café.
Caminar la ciudad ha empezado a convertirse en una costumbre entre los saltillenses. Si bien durante la semana domina el tránsito vehicular, es notoria una cada vez más ejercitación por parte de los habitantes de Saltillo. Ejercitación que se observa en tardes como la descrita; todos los días en la Alameda y cada domingo en la Ruta. Es notorio en ella cómo se van preparando muchos para los maratones que se organizan en la ciudad, que se han ido incrementando, como el muy exitoso “Amarrados” que tuvo lugar el domingo anterior organizado por nuestro periódico con motivo del Día de la Familia.
Si esto se está acentuando, como me parece que ocurre en el momento actual, estamos ante un cierto tipo de saltillense que, no importando niveles socioeconómicos o edades, dedican más tiempo a las activaciones físicas.
Es interesante ir descubriendo por la ciudad los muchos deportes que se practican: el beisbol, el softbol, futbol, basquetbol o disciplinas como el ballet o el Tae Kwon Do. Igualmente, son noticia lugares de entretenimiento para niños que están listos para brincar sobre colchones afelpados o para patinar.
La ciudad nos dice algo cuando de ello estamos hablando ahora. ¿Una sociedad más consciente con la salud? ¿Una sociedad más integrada? ¿Más comprometida? ¿Más deseosa de expandir sus posibilidades hacia el exterior? Sería interesante ir descubriéndola en estas y otras muchas expresiones que nos ofrecen al tipo de saltillense que cobija este cielo norteño.
Caminar, ejercitarse, andar en bicicleta, prepararse arduamente para la maratón. Pienso que todo ello habla de un nuevo modelo de sociedad a la que debemos ir descubriendo. Una sociedad que requiere que los espacios en los cuales ha de realizar todas estas actividades se encuentren en las mejores condiciones. Pero, una sociedad que también esté dispuesta a comprometerse con estos espacios, los cuide y, en la medida de sus posibilidades, también contribuya personalmente a que puedan permanecer y mejorarse continuamente esos espacios.
Comité de Protección
La noticia dada por nuestro periódico de la existencia del Comité Especial de Protección Animal de Coahuila (Ceproac), que en total ha logrado la adopción a 80 perros a punto de ser sacrificados en la perrera municipal, es otra de las cosas que hablan de nuestra ciudad. Decíamos, ¿una sociedad más comprometida? Acciones como las de los integrantes de este Comité hablan muy bien de Saltillo.