Con un licuado y desde las 3 de la mañana llegó a vacunarse don Gabriel

La vacunación inició en punto de las 09:39 horas, cuando fue aplicada la primera vacuna del día al señor Gabriel Lumbreras de 84 años de edad, quien se registró desde hace dos meses para ser vacunado y arribó la madrugada del martes para pernoctar en el lugar por temor a que el módulo se saturara.

“Desayunamos un licuado desde esa hora —las 03:00 horas— antes de venirnos, pero estoy tranquilo y me siento muy bien de haber recibido la vacuna sin hacer tanta fila”, dijo.

SIN CONTRATIEMPOS

Este espacio con capacidad para dar ingreso a 700 personas de una sola exhibición, se mantuvo ordenado y aplicando la vacuna de manera fluida, sin registrar filas kilométricas o altercados como sucedió en otros puntos, como en la Canacintra.

Al interior del módulo, se colocaron sillas guardando la sana distancia, en donde quienes iban ingresando tomaban asiento para esperar que los Servidores de la Nación tomaran su registro y corroborar sus datos para la aplicación de la dosis.

TRABAJO REPARTIDO

Se instalaron seis estaciones al frente y tres más en la parte posterior, en las que participaron cerca de 25 enfermeras y enfermeros para vacunar a nueve personas al mismo tiempo.

Afuera del inmueble la fila se movía a un buen ritmo, con adultos mayores moviéndose por sus propios medios, aunque sea con bastón y algunos otros en silla de ruedas y el apoyo de algún familiar.

Reciben con aplausos a médicos y enfermeras

Ayer a las 08:05 horas y custodiadas por el Ejército, arribaron las vacunas contra el COVID-19 a la Arena Saltillo, en donde se aplicaron 2 mil vacunas el primer día de la jornada de vacunación.

Minutos después arribó el personal del IMSS y de la Facultad de Medicina de la UAdeC, quienes fueron recibidos entre aplausos por los adultos mayores que esperaban ser vacunados. 

En el módulo en donde la vacunación será peatonal, los primeros adultos mayores arribaron desde las 03:00 horas para ser de los primeros en recibir la vacuna.

Mientras permanecen a la espera de que inicie la vacunación, los abuelitos aplauden y corean porras para los médicos, enfermeros y personal de Ejército Mexicano que se encuentra preparando los últimos detalles para dar arranque con la aplicación del biológico. 

Al interior de las instalaciones, los adultos mayores de 60 años permanecían sentados con espacios de entre metro y medio y dos metros, para guardar la sana distancia y esperar a recibir ahí mismo la vacuna y posteriormente cumplir con el periodo de vacunación.