Conductor ebrio choca en bulevar Nazario Ortiz de Saltillo; copiloto resulta lesionado
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El copiloto quedó prensado entre los fierros de la puerta y el asiento
Saltillo, Coahuila. Con severas lesiones terminó un hombre que iba de copiloto en una camioneta, la cual terminó impactándose contra otro vehículo y contra un poste luego de que el conductor, que manejaba ebrio, perdiera el control del volante.
Cerca de las 5:50 de la mañana, Josué Alexander Gerardo Vallejo, de 19 años, conducía en estado indebido una camioneta Tornado por el bulevar Nazario Ortiz Garza, en dirección sur a norte y a exceso de velocidad.
Al descender por el puente que se eleva sobre Abasolo, Josué perdió el control del volante y le quitó derecho de paso a un Volkswagen Passat, al que envió contra el muro de contención, siguiendo su carrera descontrolado.
Detuvo su marcha hasta el puente de Rufino Tamayo, donde impactó contra la base de un poste y salió rebotada a los carriles de baja velocidad, quedando el copiloto prensado entre los fierros de la puerta y el asiento, mientras que Josué terminó ileso.
Al momento de chocar, un Volkswagen Vento que iba a incorporarse a la circulación sobre el puente frenó bruscamente para evitar golpear a la Tornado, siendo chocado por alcance por un Jetta que no alcanzó a detenerse.
La circulación empezó poco a poco a hacerse más pesada debido a que se redujo a un solo carril para todos aquellos automovilistas que iban a sus trabajos a los parques industriales en Ramos Arizpe.
La vialidad fue totalmente cerrada cuando aparecieron elementos de Tránsito Municipal, quienes tomaron esta medida para dar pie a que Cruz Roja y Bomberos iniciaran las maniobras de extracción vehicular de la víctima y control del derrame de combustibles.
Minutos de agonía sufrió el lesionado, hasta que los rescatistas, ayudados por el equipo hidráulico, lograron liberarlo de su prisión para llevarlo hasta una ambulancia, trasladándolo posteriormente al Hospital Universitario.
Josué fue detenido por los agentes de tránsito al detectarle el aliento alcohólico, además de que las versiones de los testigos lo hundían como el virtual responsable de la hecatombe, siendo llevado ante el Ministerio Público.