Conservación y adaptación
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Siempre recordamos lo que sucedió en tiempos del Concilio Vaticano II.
Algunos cronistas, contagiados con los binomios deportivos de uniformes distintos y del dinamismo de ganar o perder, hacían crónicas simplistas en que siempre oponían a los que llamaban conservadores y a los nombrados progresistas.
Usaban la óptica de la confrontación polémica o dilemática. Solo veían: o fijismo sin cambio o innovación desbocada. Ortodoxia superdogmatizada u ortopraxis semiherética. Caían en reduccionismo o en dicotomía.
Se quería reducir todo a conservar o todo a adaptar. O se separaban ambas posiciones como si fueran opuestas o divergentes, incapaces de confluir.
La Iglesia de mártires es siempre conservadora de lo esencial por lo cual el creyente está dispuesto a dar la vida. La iglesia, que es también de apóstoles, busca siempre la adaptación, la actualización, lo atractivo e interesante.
La guarda fiel del depósito de verdades reveladas es como el tronco recio del árbol eclesial que se yergue con gran firmeza. Las ramas flexibles y las hojas vibrantes equivalen a la creatividad apostólica que busca formas siempre nuevas para presentar lo invariable.
Es valiosa la reciedumbre troncal y también la flexibilidad vibrátil de ramas y hojas en el árbol que da frutos de verdad, de gracia y de amor. Se logra así el equilibrio de la fidelidad y de la novedad, lo martirial y lo apóstolico. La ortodoxia y la ortopraxis. Raíces y tronco doctrinal sostienen la multifacética comunicación de la inmutable revelación que salva.
Todo creyente —en cualquier función eclesial, teniendo todos en la comunidad la misma dignidad bautismal— ha de ser un conservador de lo que es constitutivo en su fe. Y ha de ser también un progresista en todo lo que es manifestativo. Atento siempre a los signos de los tiempos. Haciendo los cambios accidentales necesarios para que la esencia no quede ignorada o sin activación. Jesús presentó sus parábolas para que cada época invente las suyas. El libro de los Hechos, no se refiere solo a “hechos de los apóstoles”. Es el libro de “Hechos de Apóstoles”, de todos los apóstoles de todos los tiempos para que haya muchas otras aventuras de evangelización testimonial, adaptadas a su tiempo en un interminable apéndice…
En tiempos de Pablo apóstol el cambio fue ir a los paganos como ahora es ir a las periferias de ignorancia, de dolor, de opresión, de injusticia, de deshumanización para que todos tengan vida digna en Cristo resucitado y esperanza de vida eterna y gloriosa...