Crónicas del cromañón coahuilense
COMPARTIR
TEMAS
PRIMERA. Desde la torre de rectoría, el guerrillero de banqueta ahora sí que fumó del tabaco verde militar guerrerense y eructó un diarreico pensamiento.
Invadiendo a su vez la esfera inviolable del sindicalismo, no solamente se atreve a cuestionar a la agrupación del STUAC y su legitimidad, sino que se equivoca al suponer que el estatuto universitario –creado a modo– es superior al contenido de la Ley Federal del Trabajo. Asimismo, en su cruenta acción incluye la retención de cuotas sindicales redundando en la ilegalidad y el atropello a la autonomía sindical.
En el supuesto de que la junta no reconozca al sindicato actual y su contrato, la ponen más fácil, simplemente con emplazar a huelga para la firma de un contrato es suficiente.
También es factible que el sindicato solicite que al funcionario le hagan el antidoping diario al concurrir a sus labores; ello consta en la ley. (Vaya cosa).
SEGUNDA. Lejos de preocuparse por la seguridad de Coahuila y con el enfrentamiento o ¿rivalidad? con Pliego, a Chema Millones le dio por declarar que los supuestos homicidas materiales del exalcalde Purón están vivos y en la selva, y podrían ser capturados pronto.
Sin un método de investigación y sobre todo ocultando a los verdaderos asesinos, los intelectuales, esos que se pasean por los pasillos del poder en Coahuila y son intocables, por la complicidad con el funcionario impuesto por el exdictador desde el búnker regalado de San Alberto, el verdadero complot solamente será conocido en esas esferas, de donde surgen las informaciones y son filtrados los datos, aun cuando la iglesia está en manos de Lutero o ¿Lutera?
No contento con ese engaño, ahora aliado con el principito alcalde y próximo delfín, salieron con la bufonada de inaugurar una calle con el nombre de la exministra Olga Sánchez Cordero, la misma que proyectó las sentencias para la aprobación del aborto y liberó a la secuestradora Florence Cassez. Sin duda que los antecedentes no interesan al momento de la lisonja y el cautivo. Lo mismo sucedió con Gutiérrez y el clan Moreira cuando éste era funcionario del PRI y luego al bote en Chihuahua.
La intención de Chema es seguir haciendo méritos para ser colocado como diputado federal o de pérdida la ambicionada alcaldía saltillense, en lo que sería el acabose del patrimonio coahuilense. Chema Fraustro cada día acumula enemigos y traiciones.
TERCERA. Una encuesta realizada por Massive Caller, en mayo, determinó que para los ciudadanos Coahuila es la tercera entidad más corrupta del País, sólo por detrás de Oaxaca y Baja California. Lo anterior considerando mil encuestas telefónicas. Una pregunta refería: ¿cuál es el principal problema de la entidad? El 26 por ciento de los encuestados contestaron que la corrupción es lo que más les molesta. El primer lugar se lo llevó Oaxaca con el 45.7 por ciento y Baja California con el 29 por ciento. En general, los ciudadanos opinaron que en Coahuila los principales problemas son la inseguridad y la delincuencia, con el 34.5 por ciento; corrupción con el 26 por ciento; desempleo y pobreza, con el 17.7 por ciento; mal gobierno.
A estas alturas de la administración de Riquelme no es factible culpar a la anterior administración de los “M” de todos los males del estado, pues la corrupción está siendo tolerada desde el momento en que aceptó la imposición de los funcionarios moreiristas y la modorra en sustituirlos negociando cada posición elemental con el tirano y la hechicera hidalguense.
Y para muestra se sabe, por ejemplo, que el fiscal de hojalata oxidada, Flores Mier, reveló que todos los que integran el Sistema Estatal Anticorrupción en Coahuila tienen un acuerdo para no revelar las metas del reto de los 100 días, ordenada desde el búnker blanco de San Alberto.
CUARTA. La magnánima corrupción y el saqueo infame del patrimonio coahuilense, generada por el dueto de los “MV”, impactaron en todos los confines del estado y las funciones básicas del gobierno, ya no sólo de la paz y el bien común, sino en las acciones de salud de los ciudadanos.
El Hospital del Niño de Saltillo opera sin un presupuesto asignado y actualmente se mantiene de los recursos que recibe por el Programa del Seguro Popular y de las cuotas de recuperación, aseguró el director Carlos Iván Oyervides (próximo a ser relevado por estos comentarios valientes). Igual están todos los nosocomios estatales de fachada como el Chavarría, en Piedras (inaugurado dos veces), y el Oncológico de Saltillo. Pero nadie secundó la protesta en su momento y ahora aguántense del mal existente.