Cruz Azul derrota a Xolos y vuelve a enderezar el barco

El periodo de transición futbolística que tanto ha pregonado Pedro Caixinha para esta temporada sigue sin dar sus mejores frutos, mientras el equipo lucha de más para conseguir las victorias. Un penalti de Elías Hernández en el primer tiempo fue suficiente para el triunfo de un Cruz Azul que no levantó el ánimo ni la ilusión de los pocos aficionados que acudieron al Estadio Azteca.

La Máquina, como en épocas que ya ha vivido en el pasado, echó mucha mano de Jesús Corona para librar la batalla. Le costó en todo momento sobreponerse a unos Xolos siempre combativos y que dispusieron de diversas ocasiones en las que siempre apareció el portero cruzazulino justo en el día de su cumpleaños 38.

A los cementeros les costó un mundo el partido. En su afán por intentar elaborar más las jugadas, tal como lo ha insistido Caixinha, ha perdido verticalidad y hasta velocidad en las transiciones de defensa a ataque, lo que hizo de alguna manera predecible su intención.

Un penal sobre Jonathan Rodríguez y convertido por Elías Hernández fue la única manera para llegar a la meta de Gibrán Lajud, quien a lo mucho se esforzó una vez más en un mano a mano frente a Martín Cauteruccio, precedido de un despeje de Jesús Corona.

Las llegadas por las bandas, los desbordes, las jugadas sorpresa o incluso a balón parado, simplemente no existieron para un equipo que ha tardado en encontrar su ritmo en este 2019, aunque haya sumado su segundo triunfo consecutivo en esta Liga en la que van cuatro partidos.

Con Xolos la historia fue distinta. Tienen un sello diferente que les permite ser frontales y peligrosos con hombres como Gustavo Bou o Miler Bolaños, quienes en más de una ocasión causaron estragos y se acercaron a la meta cementera, siempre bien defendida por el guardián por excelencia.

Los arribos constantes de los fronterizos causó que Caixinha modificara y diera ingreso a Stephen Eustáquio, quien salió en un día a todas luces lleno de infortunios. Lo vivió desde que fue expulsado a los dos minutos de saltar a la cancha, para que después se rectificara esa decisión y quedara con amarilla, pero para que minutos más tarde terminara tendido en el campo y obligado a ser auxiliado por los servicios médicos del club. Su última imagen en el rostro.

Cruz Azul solo quería que se terminara el encuentro antes de lamentar también el resultado. Corona metió las manos siempre que pudo. Salió motivado por su día y no falló en ninguna de sus intervenciones para mantener el cero y con ello llevarse una victoria que festejarán los suyos gracias a él.