Cualquier análisis de la riqueza en México no debe enfocarse solo en el decil 10, sino partir de la verdadera punta de la pirámide de dicho decil
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El economista francés Thomas Piketty, especialista en el tema de la desigualdad en ingreso y riqueza, publicó en 2013 su famoso libro “El Capital en el Siglo XXI”. Ese libro es considerado uno de los más relevantes sobre el tema de la creciente desigualdad y ha dado pie a múltiples investigaciones, ensayos y análisis de las realidades de distintos países. Él es en parte responsable por la creciente ola de políticos que toman la desigualdad como una bandera viable y necesaria. Piketty y sus colegas han analizado enorme cantidad de datos relacionados a cómo se reparte el ingreso y la riqueza de los países entre la población y han puesto especial énfasis en aquellos en la parte más alta de la pirámide, el 1 por ciento, pero también el 0.1 por ciento y el 0.01 por ciento. Piketty, y muchos economistas enfocados en la desigualdad, concluyen que las fuerzas del mercado no serán capaces de estabilizar y reducir la creciente desigualdad entre segmentos de la población.
Esta semana tuvimos un nuevo episodio de comunicación mal planeada, desordenada y mal ejecutada (el modito 4T) por parte del equipo Morena, en voz del presidente del partido, Alfonso Ramírez Cuéllar, y de una brutal campaña de desinformación en redes sociales y medios serios, tergiversando y sepultando una propuesta que, en mi opinión, tenía mucho rescatable. Al gobierno, la 4T y al partido mayoritario (Morena) le estorban constantemente sus formas (moditos) y poner la ideología encima de las ideas y de la estrategia. Siguen aventando propuestas disfrazadas de ocurrencias que difícilmente generarán el apoyo que necesitan si quieren cambiar al País. En este caso en particular, el señor Ramírez Cuéllar planteaba “el estado de bienestar”, la medición de la concentración de la riqueza, progresividad fiscal, reforzar a la comisión federal de competencia, entre otros. Sin embargo, una redacción desafortunada sepultó toda la propuesta cuando sus detractores interpretaron (y convencieron a muchos) que el señor Ramírez proponía que el Inegi entrara a las casas a verificar activos. Así, se perdió la oportunidad de claramente explicar y poner en la mesa una propuesta que debería ser punto de partida para cualquier transformación del país, ya sea en manos de AMLO y la 4T, o en quien quiera que lo vaya a sustituir en el 2024.
Se perdió la oportunidad de profundizar sobre el análisis serio de la punta de la pirámide en cuanto a ingreso y riqueza. Los opositores de la 4T inmediatamente reclutaron, con verdades a medias y mentiras enteras, a miembros de todos los deciles, incluyendo los más altos, para echar abajo cualquier noción de que la verdadera punta de la pirámide debe poner su parte, pagando impuestos progresivos y que las reglas de competencia deben ser respetadas. Así, se acabó hablando de manera general del famoso “decil 10”, ese donde está el 10 por ciento de los mexicanos más ricos o de mayores ingresos. Y ahí es donde empieza el espejismo. Cuando alguien en la 4T o en la mañanera se refiere a los “multimillonarios” o a los “más ricos”, hay quien se siente aludido o amenazado por estar en el decil 9 o 10, cuando en realidad la referencia (poco clara) es al extremo más alto del decil 10. La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Inegi realizada en 2018 arroja que hay 34.7 millones de hogares con 3.6 personas por hogar, para un total de 125 millones de habitantes y un ingreso promedio mensual por hogar de 16 mil pesos. Si se parten esos casi 35 millones de hogares en diez deciles (10 grupos de 3.5 millones de hogares cada uno), encontramos que el decil 1 (ingresos más bajos) tiene ingreso mensual promedio de 3 mil pesos contra 56 mil pesos mensuales para el decil 10. Y aquí es donde los promedios estorban. Si su hogar tiene ingresos por 50 mil pesos al mes estará considerado en el mismo decil que el señor Slim o el señor Salinas Pliego y los otros 33 hogares más ricos de México. Esos 35 supermillonarios que seguramente tienen ingresos muy por encima de los 2 millones de pesos al mes (1 millón de dólares anual), tienen una fortuna combinada estimada por Forbes de 132 mil 500 millones de dólares, un promedio de casi 4 mil millones de dólares por familia. Estas 35 familias representan el 0.001 por ciento del decil 10 y el 0.0001 por ciento de todas las familias de México. Por eso la discusión NO debe ser sobre el decil 10; sino sobre el decil 10, del decil 10, del decil 10, del decil 10, del decil 10, del decil 10.