De los Altos
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Una de las regiones de México que más me gusta visitar es la de los Altos de Jalisco. Sus pobladores, gente toda relacionada con el campo, son reciamente individualistas y firmes creyentes en Dios y en el derecho de propiedad. Además los alteños son bravíos; siempre han sabido usar el rifle y la pistola para defender su legítimo derecho. Por eso en los Altos tuvo mucha fuerza la rebelión cristera. Por eso a los Altos no llegó casi el agrarismo. Por eso ahí no hay casi ejidos. Por eso en los Altos de Jalisco el campo sí es productivo.
Volví a Tepatitlán hace unos días, y mi anfitrión me dio en una hoja de mimeógrafo -¿recordará alguien todavía lo que un mimeógrafo era?- la copia de una supuesta carta enviada a principios del pasado siglo por un ranchero a su hijo, seminarista en Guadalajara. Dice así esa famosa misiva, conservada celosamente como parte del folclor alteño:
“Tepa, a mayo 4 deste año.
“Pa mijo, questá estudiando pa padre.
“Querido hijo de tu padre y de tu madre: No te almires que te emboquille dos cartas iguales en el mismo sobre. Hago esto por si se perdiera alguna en el camino, pero si de casualidá llegan las dos puedes romper una.
“En este pueblo tenemos mucho brete con una luz que dizque se nombra létrica aunque yo creo que es cosa del diablo porque si vieras qué luz tan encandiladora; sigún eso la lumbre va por los alambres, pero nosotros andamos como las chicatanas, encandilaos y dándonos porrazos unos con otros. Te alvierto que no se prienden cigarros en ella, ni se apaga a soplidos, pero lo que nos tiene más abismaos es que se priende sola... Avienta unos padrenuestrazos por nosotros, porque les tenemos muncho miedo a los alambres, y tú que eres tan léido y escribido escurre algo pa ver si adivinas la treta que tiene esa luz.
“Me mercas un Divino Rostro de cuerpo entero, porque quero pagarle una manda. Tu madre tenía bascas por detrás, se las contuvo y la curó de la tis insolvida y por eso le prometí al Divino Rostro unos calzones pa que se los pongan en su fiesta y quero pagárselos. También me compras un mapa mundi de Tepa que tenga pintao el rancho de la Tuna Aigra con todo y el corral donde encierran a la bestia de mi comadre, que tengo pleito casao con ella en el juzgado y quero ver hasta onde llegan los terrenos.
“Te mando un peso y 10 riales pa que te los eches en la bolsa y te fotografiés con ellos, y que salgas pintao como rico y no como pelao. Si el retratero tiene agua florida dile que te la unte pa que salgas también goliendo a curro.
“A Querina la del finao Toribio le robaron los burros, quera lúnico con que contaba la probe, y ora ca’ que oye rebuznar un burro se acuerda del finadito y se pone a llorar. Dile al hijo de mi compadre Tanasio que no le aviso de la muerte de su mama pa que no se susprenda y le baya a pegar un asidente, que se prepare poco a poquito pa que cuando llegue el papel no le susprenda.
“Corté unos horcones pacerte un catre de otates y cuando vengas duermas como una príncipa, pero no quero que por eso ballas a garrar orgullo. No te digo más que apriendas tus liciones, alcabo tienes grande cabeza, no te dejes destantear de los amigos paque tu carrera no tenga ningún jierre y por estudiar pa Papa vayas a salir camote. Es lo que te dice tu padre, Bruno Rentería.
“Posdata: Ai te mando estas letras de sobra, lo mismo que puntos y comas, paque las acomodes y pongas onde sea necesario. h, c, s, z, v, b, ,,,,,,, ....... Ai sírvete a tu gusto.