Deja 4 mil huérfanos 'etapa negra' en Torreón
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Las muertes por agresiones de alguno de los padres se registró entre 2008 y 2012
TORREÓN.- Entre 2008 y 2012, un total de 4 mil 5 menores quedaron huérfanos de padre o madre, como consecuencia de 'etapa negra' en Torreón, estimó el Instituto Municipal de Planeación (Implan).
La cifra de huérfanos es un indicador que presenta el Implan en su página de internet y que surgió a raíz de una petición del DIF por conocer el impacto del combate al crimen organizado.
Según los datos del Implan, en 2008 fueron 544 los huérfanos; 597 en 2009; para 2010 la cifra aumentó a 763; en 2011 volvió a incrementarse a 858 y para 2012 se registró la cifra más alta con mil 253 menores que perdieron a la mamá o papá.
Luis Gutiérrez, colaborador de la Dirección de Investigación Estratégica del Implan, mencionó que llegar a tales datos fue complejo por la falta de información y de profundidad del tema.
Explicó que primero obtuvieron datos sobre el número de defunciones por agresiones documentadas por la Secretaría de Salud y lo acotaron a personas entre los 15 y 44 años, que es el principal rango de edad entre las mujeres que tienen un hijo menor de edad.
De 2008 a 2012, fallecieron por agresiones 534 mujeres entre los 15 y 44 años, y mil 974 hombres en el mismo rango de edad. Para las mujeres, ahondó Gutiérrez, se basaron en el índice de fecundidad de la mujer, el cual varió de 2.2 a 2.13 entre esos años.
“Con esos datos multiplicamos el índice de fecundidad por el número de víctimas femeninas por agresiones y eso nos da un acercamiento sobre cuántos niños son huérfanos de madre”, explicó.
Para estimar el número de huérfanos de padres, se utilizó el promedio de ocupantes por vivienda en la ciudad, la cual fue de los 3.81 a los 3.66 en ese periodo.
“El hombre es el responsable en tres cuartas partes de las viviendas en Torreón”, detalló el funcionario. “Multiplicamos el número de ocupantes de vivienda menos uno, que es el hombre, por los homicidios de hombres, y nos da una cifra que se acerca”.
Hay que seguir el rastro
Alfredo Viesca, también colaborador de la Dirección de Investigación Estratégica, expuso la necesidad de seguir el rastro a estos fallecimientos para contar con una cifra más certera y determinar cuántas de muertes -y por ende, huérfanos- son derivados de la lucha con el narcotráfico.
Un inconveniente, dijo, es que no hay acceso a datos como si el fallecido era casado o soltero.
“Hay que seguirle el rastro, relacionar hechos, eventos. Tendríamos que llegar hasta ahí, pero falta trabajo, estamos ideando la forma de cómo entrarle”, comentó Viesca.
Consideró que sí ha existido atención a este fenómeno de parte de diferentes instancias como el DIF, Instituto de la Mujer o el Tribunal de Justicia municipal, aunque “falta un poco más”.
“Hay que ir más puntuales en la atención a toda esta gente. Falta más trabajo de prevención. Evitar que los chavitos de 8, 9 años, cuando tengan 15 años no tengan que decidir por unirse a la delincuencia. ¿Qué hemos hecho?, ¿qué han hecho los otros municipios?, ¿han sido eficaces las medidas?”, cuestionó el investigador.
El Implan entiende que estas situaciones tienen que ser evaluadas, “lo que no se evalúa, no se mejora”, dijo.
La idea es obtener una cifra metropolitana y, de ser posible, georreferenciar la violencia.
“Necesitamos un diagnóstico mínimo para no dejar de atender a esta gente”, concluyó Viesca. “El reto es grande, no solo implica el trabajo de levantar datos, también trabajar en conjunto con las instituciones”.