Democracia y gobiernos municipales en México (I)
A finales de la década de los ochenta, el PRI dominaba el país de norte a sur; pero para el 2000, el 54% de la población vivía en municipios gobernados por partidos de oposición
Los gobiernos locales, por lo general, son descritos como los más cercanos a la gente. Hoy en día esto sucede de manera más significativa debido a que la sociedad es cada vez más usuaria de las nuevas tecnologías y presumiblemente está más informada.
Sin embargo, estos avances, que en teoría acercan a la sociedad con su gobierno, no se comparan con la presión que puede ejercer una comunidad, más allá de las redes sociales.
Cuando hablamos de democracia, hablamos de un determinado patrón de toma de decisiones en colectividad.
La democracia también es la forma de ejercer y controlar a nuestros gobiernos, así como el aseguramiento de un proceso libre y en condiciones de igualdad entre pares para deliberar sobre las políticas que afectan a la comunidad.
La democracia en nuestros tiempos reclama la procuración de una experiencia política que eduque a nuestras sociedades a ser, justamente, democráticas.
Entonces, si el gobierno local es el más cercano a su gente, ¿qué tan democrática es esta experiencia? Habrá que reflexionar sobre las instituciones que tenemos y la clase de experiencia que éstas brindan.
¿GOBIERNOS PLURALES O EN MANOS DE UNA ÉLITE?
El debate del poder comunitario es la primera discusión teórica moderna sobre gobiernos locales. En ella, dos corrientes de pensamiento se propusieron debatir sobre los alcances de la democracia en la política local: los pluralistas, por un lado, y los elitistas, por el otro.
La corriente pluralista, con Robert Dahl como uno de sus principales expositores, sostenía que gracias a procesos sociales e institucionales presentes en los gobiernos locales, el poder avanzaba hacia estadios de mayor pluralidad.
Esto significa que la política dictada por un grupo selecto de nobles cedía a la aparición de grupos de poder que se posicionaban para influir en el quehacer de la ciudad.
Mientras que para los elitistas, como su nombre lo señala, las decisiones en los gobiernos locales, en realidad, estaban en manos de unos cuantos.
Este debate entre pluralistas y elitistas se conoció como The Community of Power Debate. Ambas corrientes se enfocaron en tres elementos: A) El poder; B) Los actores detrás del poder; y C) Cómo éstos tienen acceso a él.
El enfoque cambió paulatinamente, se alejó del estudio del acceso al poder y se enfocó en las formas de gobierno. De esta forma los estudios de lo local han trascendido la discusión centrada en el acceso al poder para estudiar los procesos de la agenda política, la toma de decisiones y la participación de otros sectores en el quehacer gubernamental.
POLÍTICA DEMOCRÁTICA
Hay dos momentos ampliamente discutidos en la consolidación democrática de nuestros gobiernos locales. Primero, los gobiernos locales fueron los principales promotores de la alternancia política.
A nivel estatal, la alternancia política se conoció por vez primera en el estado de Baja California en el año de 1989. A partir de este momento, una oleada imparable de alternancias a nivel municipal comenzaron a modificar el mapa electoral en México.
A finales de la década de los ochenta, el PRI dominaba el país de norte a sur; pero para el año 2000, el 54 por ciento de la población vivía en municipios gobernados por partidos de oposición.
No obstante, la historia tiene movimientos pendulares, y con esto viene un segundo momento: “la era de la alternancia”, la cual es interpretada como un movimiento hacia la consolidación de la democracia que caracterizó las décadas de los 90 y dos mil, y que ahora se percibe comprometida e insuficiente.
Los críticos señalan que nuestros agentes políticos ajustaron sus estrategias para “jugar con los dados cargados” a pesar del nuevo marco institucional creado en 1997, que otorgó la autonomía al entonces Instituto Federal Electoral.
Podría decirse que las reglas cambiaron, pero no la lógica del juego. Esto permite abrir la discusión sobre los retos que enfrentan nuestras democracias locales: la competencia y la sucesión.
*Nota: este texto es una síntesis de la publicación: “Democracia y gobiernos municipales en México: de la política a las políticas”, de Oliver D. Meza, publicado por el INE como parte de su colección “Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática”.