Desempanizados
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No es exagerado decir que el fracaso de país que tenemos, es culpa del PAN. La renuncia de Rebeca Clouthier confirma que el PAN está deshauciado; y el país carece de un contrapeso a la nueva variante de desgobierno que sufrimos por el errático Andrés.
El PAN de Gómez Morín colapsó lentamente. Es obra de teatro en tres actos y un largo final en dos partes: el regreso el PRI y el coronamiento del emperador Andrés Manuel I (romano).
Primer Acto: Cuando Luis H. Alvarez pactó con Salinas para diluir la reforma política a los 15 días de la muerte de Manuel Clouthier. Segundo Acto: cuando el PAN histórico impidió se afiliaran millones de ciudadanos tras el triunfo de Vicente Fox en dos mil.
El Tercer Acto es un guión original de Felipe Calderón. Una elección turbia, la toma de posesión deshonrosa y el estreno de la era de los moches, estelarizada por los presidentes del PAN que Calderón impuso.
Estos horrores y las alianzas con Peña Nieto hicieron creíble la existencia del PRIAN, y fortalecieron a un fósil de la UNAM de izquierda como el salvador de la patria. El expresidente del PAN, Germán Martínez, integrado a la corte de su majestad Andrés. Fin de la obra.
Explico detalles: el PAN idealizado murió con El Maquío en una carretera de Sinaloa. Luego, millones de clouthieristas y foxistas fueron bloqueados de ingresar al PAN. Hoy están votando por candidatos independientes en busca de una alternativa, aunque sin éxito.
El PAN remanente está agrio. Surgió la duda si Rebeca se tardó en saberlo, o solo en decirlo. Es la paradoja de la descomposición. Crees que tu lo arreglas, te quedas y lo justificas. Solo mediante un frentazo con la realidad se impone la verdad.
¿Cuál es la verdad? Que el PAN en Nuevo León tiene años perfeccionándose como delincuencia organizada. En los Estados Unidos a esta combinación de actos delictivos le llaman “racketeering”. Las estructuras son mantenidas con pactos ilegales, como puestos públicos negociados a cambio sumisión y “kickbacks”.
Expulsiones y depuraciones del padrón consolidan a los incondicionales. Los ciudadanos caen y apoyan un membrete. No advierten el monstruito que sus votos engordan.
Ni Maquío, ni Manuel Jr., ni Tatiana y ahora ni Rebeca están activos en el PAN. No hay panistas a la vista que llenen el vacío. Un nieto de Gómez Morín intentó recuperar el PAN, pero la maquinaria lo humilló y hasta la paces logró extraerle.
Con la ausencia de los Gómez Morín y los Clouthier, un 70 por ciento del país que es conservador y cristiano se quedó sin representación. Claro, el dirigente nacional vino a apuntalar la estructura de moches cobrados a servidores públicos panistas que lo llevó al triunfo a él. Mientras, el disque guadalupano Andrés prepara el aborto como método oficial de control natal.
Los pseudo-panistas NO aprendieron de la merecida derrota en San Pedro. Rebeca cedió a los mafiosos. Ahora Monterrey es una jugosa fuente de recursos para contrarrestar al grupo San Nicolás. Monterrey bien vale un alianza con El Bronco, que ayudó a enmugrar la elección pasada, pero no contaban con la renuncia-denuncia de Rebeca como regalito de Navidad.
Tuve un debate al respecto. ¿Rebeca lo hizo a propósito, o simplemente no pensó en el timing? Una tesis dice la manipularon. Yo me inclino por la segunda explicación, porque Rebeca nunca actuaría dolosamente.
La nota alusiva en El Norte me recordó la canción: “No quiero comenzar el año nuevo, con este mismo amor, que me hace tanto mal.” Hoy por hoy ser panista y sentirse honesto requiere una dosis de autoengaño de regular tamaño. Inferido de Rebeca.
Baste notar que cuatro de los nueve contendientes a la alcaldía de Monterrey son del PAN. Disidentes tres: Maderito, Sandra Pámanes e Iván Garza. Sobra material en el libro Pluma Azul para que los fiscales anticorrupción metan a la cárcel a toda la plana mayor del PAN.
Como muchos, creí en el PAN original; la mutación actual contradice todas los principios fundacionales. Democracia, solidaridad, honestidad, generosidad, todas vulneradas. Quiero que México viva con “libertad, orden y justicia”, pero antes el PAN mohoso a la basura.