Disfrute sin temor de la temporada y con el menor esfuerzo y gasto posible
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¿Cómo sobrevivir a las fiestas del mes sin sacrificar lo bueno? ¡Aquí te decimos cómo hay que hacerle!
Una comida alta en grasa
no le hará daño
Falso. Los estudios muestran que unas cuantas horas después de consumir una comida alta en grasa, los niveles de triglicéridos aumentan y los vasos sanguíneos se endurecen, dos condiciones que incrementan el riesgo de un ataque cardiaco.
Además, si usted está en una fiesta, una comida alta en grasa lo inducirá a beber un poco más de alcohol. El punto es que si usted combina demasiado alcohol con una comida grasosa, puede no sólo inducir arritmias cardiacas sino incrementar el riesgo de caerse o de tener un accidente automolístico.
El otro problema de una comida alta en grasa es que necesitará de por lo menos cuatro horas para digerirla, y durante todo ese tiempo usted se sentirá con el cuerpo pesado y con el ánimo decaído.
Para luchar contra las comidas altas en grasa de la temporada, los expertos sugieren tres conductas: (1)moderarse, (2) asegurar el consumo de frutas (o de jugos) con alto contenido de vitamina C, que ayudan a limpiar el interior de las arterias del pegajoso exceso en los niveles de colesterol...
Y (3), uns pequeña caminata en el sitio donde se encuentre es también una buena opción. Los efectos benéficos de una caminata suelen ser inmediatos, cuando menos en las personas saludables.
Investigadores de la Universidad de Indiana encontraron que la actividad física moderada, digamos una caminata de 30 minutos, dos horas después de una comida grasosa, revirtió completamente los efectos adversos en los vasos sanguíneos y en el estado de ánimo.
Si usted nos está leyendo, antes de darse uno de esos ‘atracones”, lo lógico es que se prevenga para evitar las consecuencias. Lo cual quiere decir, comer menos de las opciones altas en grasa. Eso le hará sentir más ligero y dispuesto a disfrutar de la cercanía de sus parientes y amigos.
La gente aumenta de peso por las fiestas decembrinas
Falso. No hay evidencia absoluta para apoyar la aseveración ampliamente reportada de que la gente gana un promedio de 2 a 4 kilogramos durante los 40 días de la Pascua de Navidad (del 24 de diciembre al 2 de febrero).
Un estudio realizado a 200 adultos, encontró que el promedio de aumento de peso fue de 460 gramos (casi medio kilogramo). Lo curioso es que la mayoría de los participantes calculó que había ganado mucho más peso.
Una manera de prevenir el aumento de peso durante la temporada es pensar en términos de calorías.
Para aumentar un kilogramo, un adulto necesita ingerir 7 mil calorías extra en los 40 días mencionados. Un promedio de 175 calorías por día.
Cuando usted lo ve en esos términos se da cuenta de que evitar ese kilogramo puede ser tan sencillo como elegir una taza de té o de café en lugar de tomarse un refresco embotellado, y evitar porciones mayores de cualquier platillo extra.
Una realidad propia de la temporada, que usted no debe perder de vista, es la posibilidad de que, dadas la condiciones de la época, quiera comer un poco más para liberarse de la nostalgia o del estrés.
Usted podría abandonar su rutina de ejercicios durante la temporada
No es buena idea. Perder unas cuantas sesiones de ejercitamiento no es razón para que se sienta mal, sobre todo si invertirá ese tiempo en compartir con la familia o con un amigo o pariente que viene de fuera.
Los expertos en acondicionamiento físico dicen que una sola sesión de 30 minutos de entrenamiento con pesas y ejercicio aeróbico a la semana, puede prevenir la pérdida significativa de condición física si usted no puede mantener su programa cotidiano de ejercitamiento.
En realidad se requieren varias semanas de inactividad para que su cuerpo comience a resentir los efecto de la falta de ejercicio.
Sin embargo, mantenga la actividad física a través de la temporada, siempre que pueda, debido a que ésta resulta muy efectiva para contrarrestar el estrés, y además le ayudará a que se sienta más energético aún con el clima de la temporada.
Si su tiempo es estrecho, considere dar tan sólo una caminata de 30 minutos, antes o después del almuerzo, o considérelo como un paréntesis en el que usted se despega brevemente de su rutina para compartir con su familia. Treinta minutos de caminata vigorosa le proporcionan todo lo que se necesita para sentirse bien.
Coma algo antes de ir a una fiesta
No es necesario. Es verdad que usted no debe estar muy hambreado antes de asistir a una cena, porque puede ser que coma demasiado.
Sin embargo, aún las personas que vigilan su cintura, deben reunirse con los amigos cuando el alimento es parte integral de la diversión.
En lugar de hacer declaraciones contra las calorías que consumirá, coma con moderación. Y si en el evento habrá solamente canapés, entonces coma algo en casa antes de ir al festejo.
Con unas cuantas estrategias, usted puede conservarse razonablemente saludable, sin dejar de compartir con los amigos los antojitos de la temporada. No tiene que evitar las botanas ni los canapés, sin los cuales parece que no se puede vivir, sólo hágalo con moderación.
En una cena formal, reserve la mitad del plato para verduras y frutas y la otra mitad para pequeñas porciones de carne y de opciones altas en calorías.
Los alimentos saludables no son propios de los festejos
Falso. Mucho de lo que hace atractivo un platillo, es visual. Las frutas y verduras pueden proporcionar un apetecible colorido, sin el cual todo se vería como un simple trozo de carne rodeado de almidones.
Adorne su mesa con una ensalada variada de lechuga, tomate, pimientos morrones de colores brillantes, cebolla, rodajas de papa hervida y aguacate; todo ello bañado con aceite de oliva y vinagre, para un delicioso platillo de opciones llenas de vitaminas y minerales.
Para los invitados que no comen carne, prepare un arroz con verduras, mezclado con rajas de manzana verde y roja.
Para el postre, rocíe trocitos de fruta con vino blanco.
En esta temporada hay más probabilidad de morir de un ataque al corazón
Cierto. Ya lo dice la sabiduría popular: “diciembre, enero y febrero, desviejadero”.
Los estudios han confirmado esta triste estadística. Investigadores de la Universidad de California en San Diego encontraron que una causa primaria puede ser que la gente está tan ocupada con la familia, los amigos y las obligaciones de la temporada, que ignora los síntomas de un problema cardiaco o se retrasa en buscar ayuda a los primeros síntomas.
Otra explicación plausible: una disminución en la calidad de los servicios médicos, debido a que muchos profesionales de la salud están de vacaciones.
Por supuesto, los cambios abruptos que adopta la gente durante la temporada —viajar, comer, beber y dejar de ejercitarse, también pueden incrementar el riesgo de enfermedad del corazón.
Si usted está en riesgo, use el sentido común durante la temporada: evite excederse en alimentos y alcohol, y atienda de inmediato cualquier enfermedad respiratoria. Trate de reducir el estrés. Absténgase de salir al exterior si está muy frío, ya que las bajas temperaturas incrementan los factores de coagulación de la sangre y causan que los vasos sanguíneos se constriñan.
Limite su tiempo en la calle a los días de baja contaminación, lo cual también puede ocasionar ataques al corazón. Además, la gente mayor y aquellos con alergias, asma o enfermedad crónica del pulmón, deben reducir su exposición a los cambios bruscos de temperatura.
Y quizás, lo más importante: si los síntomas se presentan, no los ignore. Pida que lo lleven al médico si usted experimenta una presión incómoda, opresión, malestar o dolor en el pecho, brazos, fatiga sin razón, o acortamiento de la respiración.
Puede reducir el estrés si planea sus compromisos
Cierto. Dado que usted no puede dejar del todo sus actividades. Asistir a todos los rituales familiares puede dejarlo agotado en vez de disfrutar, lo cual puede afectar adversamente su salud física y emocional.
Por lo que en lugar de andar de un sitio a otro, dedique su tiempo y energía a unas pocas actividades clave que sean importantes, divertidas o importantes para usted.
Dése tiempo para saborear cada instante de la temporada, los olores, adornos, sonidos, sabores y sentimientos que hacen de esta una época especial e inolvidable.
Un secreto de salud
¿Sabía usted que hay un causante oculto de ataque al corazón que por lo regular no tiene síntomas de advertencia?
La obesidad, el colesterol alto, la presión sanguínea elevada… Todo mundo sabe que esos son algunos de los factores de riesgo que pueden derivar en un ataque al corazón.
Pero hay un factor de riesgo poco conocido que por lo regular nunca se muestra en ninguno de los exámenes tradicionales, y que ni usted ni su médico pueden detectarlo con el estetoscopio o con un electrocardiograma?
Se trata del estrés. Las personas que interrumpen con frecuencia las conversaciones de los demás tiene un riesgo 10 por ciento mayor de sufrir un ataque al corazón.
¿Por qué? Porque son más agrevisas y controladoras, lo cual contribuye a aumentar sus niveles de cortisol (la hormona del estrés) en el torrente sanguíneo.
La solución: permanezca callado y aprenda a escuchar.
Con información de la Revista Health