Doble jugada de pisa y corre
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Celebrar y agradecer.
Es el objetivo del viaje presidencial a Washington. Un evento de mutua congratulación por acuerdos tomados y agradecer el trato digno dado a la soberanía y la buena voluntad manifestada en la contribución petrolera y en la obtención de respiradores. Fomentar así la buena vecindad.
Para muchos ciudadanos y ciudadanas del noreste fronterizo eso de libre comercio ha significado la libertad para conseguir visa e ir al otro lado de paseo, de compras o de vacación.
Mercado libre de mercaderías. Comestibles y de indumentaria y calzado, además del elenco de dispositivos electrónicos y demás artículos de los “moles” de allá.
Realmente lo mejor del tratado es que no resultan maltratados los trabajadores. Se pone como condición la respuesta a todos sus derechos laborales para evitar cualquier complicidad de los mandatarios firmantes en alguna injusticia social contra ellos.
La tarea es aquí, como en todo el mundo, recuperación, escarmiento, creatividad para ir logrando prosperidad compartida con bases de justicia integral y universal y solidaridad en un clima de múltiples reciprocidades. Los países en los que se dé la madurez social de unanimidad, se conseguirán objetivos comunes y alianzas por encima de diferencias y aun aprovechándolas para aterrizar en programas complementarios y no debilitados por división y exclusiones insensatas y carentes de lucidez.
PRIMERA REFORZADA Y REVERSA
En eso de la mitigación por medio de sana distancia se pasó de las gráficas al semáforo. Siguió el juego cromático. Se trasladó, con simplificación, de las barras al mapa. Se ha querido pasar de lo rojo a lo anaranjado, pero parece que el virus ha intensificado su pintarrajeo de contagio y ha rehuido la famosa aplanación, terco en la ascensión de pico de Everest estadístico.
Se han usado los dos pedales, el acelerador, controlado por velocidad de engranaje rudo y el freno que sigue rechinado. Salir o quedarse se ha convertido en subibaja. Economía sí y vida también, pero no se puede ni sólo frenar para estar sano ni sólo acelerar aunque crezca el número de casos positivos y de entubados despedidos para seguir con movilidad aceptable.
Lo verde no aparece por ningún lado todavía. Es posible que quede estancado el SARS-CoV-2 con la infección COVID-19 y se establezca una situación de “salga y cuídese cuidando a los demás”. Así se ha estacionado la violencia: “siga vendiendo, pero cuídese” y se han multiplicado las rejas, las cortinas metálicas, las trancas y hasta los perros bravos.
Si sale no meta segunda y tercera velocidad acelerando. Y no olvide pisar freno a tiempo.
SUPERACIÓN PERSONAL Y UNIÓN FAMILIAR
Hay una artillería formidable contra todos los virus que traigan infección con riesgo letal.
Una alimentación que minimice grasas, azúcares y harinas. Que fomente nutrición capaz de aumentar la eficacia del sistema inmunológico de cada individuo. Un ejercicio sistemático y constante con fomento deportivo múltiple. Descanso suficiente, amplia respiración y evitar sustancias y bebidas tóxicas. Y eso sumado a una unión familiar de salud y equilibrio emocional que fomente clima de reconciliación y actitudes de equipo en amplia colaboración.
Que cada familia viva con entusiasmo su espiritualidad, su fe, sus valores éticos con hábitos de comprensión, silencio, sana comunicación, lectura y reflexión, plegaria y recursos de sabiduría y de gracia tan abundantes en las fuentes de la tradición cristiana en sus modalidades: católica, evangélica y ortodoxa. Quizá no se supriman las infecciones, pero siempre serán leves y curables.
Si del “todavía” se pasa al “ya”, el semáforo dará la sorpresa de encender luces verdes por todas partes...