Dolemite es mi nombre
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Así como es ya tradición en las salas de cine de que la temporada de otoño se aprovecha para agendar estrenos de películas oscareables, al parecer a Netflix ha comenzado a funcionarle la fórmula también.
Esto porque a casi un año del estreno de la primera película oscareable con el sello de Netflix que fue “Roma”, de nuestro compatriota Alfonso Cuarón, y justo una semana después de que comentamos en este mismo espacio el estreno mundial a través de esta plataforma de “La Lavandería”, el más reciente filme del también ganador de la estatuilla dorada Steven Soderbergh (“Tráfico”) desde el pasado viernes 25 de octubre puede verse también otra cinta que ya muchos auguran podría darle a su protagonista, el actor afroamericano Eddie Murphy una segunda nominación al premio ahora en la categoría al Mejor Actor del 2019 después de la primera como Mejor Actor de Reparto del 2006 por “Soñadoras” (“Dreamgirls”), de Bill Condon.
Esta película se titula “Dolemite es mi Nombre” y se trata de la biopic de un actor afroamericano de la vida real que no pudo haber encontrado un mejor intérprete que Eddie Murphy ya que se trata del ascenso desde los escenarios de comediante a la pantalla grande de Rudy Ray Moore, quien se hizo una leyenda de la cultura popular afroamericana a raíz de grabaciones de discos salpicados de su humor irreverente y vulgar distribuidos en forma independiente a lo largo de los Estados Unidos y posteriormente al coincidir con la serie de películas de violencia y explotación sexual que marcaron a toda una generación … precisamente a la cual pertenece el mismo Eddie Murphy.
Para tal efecto, y tal y como somos testigos en la película de cómo Rudy Ray Moore estuvo reclutando a los mejores elementos que pudo encontrar en su momento para hacer su sueño de ser una estrella de cine una realidad, Murphy se rodeó de los mejores talentos disponibles en el Hollywood de la actualidad tanto delante como detrás de las cámaras que dieran su mejor aportación a este proyecto que en su caso él también produjo, y entre ellos destaca en primera instancia el director anglosajón Craig Brewer, quien ha sabido retratar la cultura de padrotes y raperos afroamericanos desde que filmó la ganadora del Oscar a la Mejor Canción del 2005 “Ritmo de un sueño” y al hacer una mancuerna tan satisfactoria con “Dolemite” ya filma con Murphy la secuela de “Un príncipe en Nueva York”.
Aunado a esto, Murphy se rodeó de un reparto de caras conocidas como otras no tanto de actores afroamericanos en la industria de Hollywood que incluyen a actores como Wesley Snipes (“Blade”) en el papel del actor, director y productor D’Urville Martin, quien luego de debutar en el cine en el clásico “El Bebé de Rosemary”, de Roman Polanski, se hizo legendario del cine de explotación afroamericana tras hacer la primera película con Dolemite; Keegan-Michael Key (de la próxima a estrenarse “Jugando con Fuego”) y Chris Rock, entre otros, en un filme cuya frescura y homenaje al hombre y el mito si bien nos remonta al éxito de ficción que el mismo Murphy protagonizó junto a Steve Martin en 1999 que conocimos como “El Director Chiflado” le inyecta un drama de la realidad que la lleva a la trascendencia.
Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com; Twitter: @AlfredoGalindo