Donald Trump, ¿es en serio?

Es más o menos popular la expresión “sería cómico, si no fuera trágico”, para significar la seriedad, a veces grave, de un acontecimiento determinado, y parece que la frase se aplica con mucho tino a la eventual candidatura de Donald Trump para contender para llegar a la Casa Blanca.

¡Nada menos que la Presidencia de Estados Unidos! El magnate aspira gobernar su país y ser, como afirman los estadounidenses, el líder del mundo libre.

Lo que asusta es que se trata, a todas luces, de un hombre hostil y racista que hace tiempo decidió dejar de preocuparse por aparecer políticamente correcto y, por el contrario, apela a quienes sí se han cuidado de expresarse contra los inmigrantes mexicanos, los musulmanes, los chinos, las mujeres y todo lo que parezca diferente.

No es ocioso recordar que después de que Alemania perdió la Primera Guerra Mundial, en algunos bares germanos un hombrecito con un ridículo bigote lleno de resentimiento contra los judíos, los gitanos y los homosexuales, entusiasmaba con su discurso homofóbico a quienes pensaban como él, hasta que llegó a gobernar su país, ganando en las urnas el puesto que lo convirtió en el dictador que provocó la muerte de millones durante la Segunda Guerra Mundial.

Pues bien, ese inimaginable escenario en Estados Unidos, la nación defensora de la democracia, la libertad y la justicia, está más cerca de concretarse que nunca en su historia. Ayer, durante el famoso “supermartes” electoral, Trump ganó la mayoría de los estados donde hubo elecciones primarias, enfilándose hacía la candidatura del Partido Republicano.

Esa posibilidad, poco seria y hasta divertida para algunos sectores hace unos meses, hoy es asunto de preocupación y entre algunas personas, de auténtico miedo, dentro y fuera de Estados Unidos.

Intelectuales y políticos estadounidenses, pero también de América Latina, Europa y Asia encienden las alarmas ante el avance de quien fuera dueño del concurso de Miss Universo.

¿Hasta dónde puede llegar este empresario que ha conseguido, por lo pronto, que todos lo veamos, lo escuchemos y hablemos de él?

Por lo pronto, por tratarse de un proceso electoral estrictamente estadounidense, desde fuera de ese país solo podemos observar los acontecimientos.

Por cierto, desde nuestra realidad, compartimos un dato que es una mera curiosidad. Resulta que el famoso ranking de Forbes sobre las personas más ricas del mundo, ubica al menos a cinco mexicanos que tienen fortunas superiores a los 4 mil 500 millones de dólares que se atribuyen a Trump. 

Los mexicanos que superan a Trump en el terreno de los negocios son, por supuesto, Carlos Slim  (77.1 mil millones de dólares); Germán Larrea (13.9 mmdd); Ricardo Salinas Pliego (8 mmdd); Eva Gonda de Rivera (6.7 mmdd) y María Asunción Aramburuzabala (5.6 mmdd). 

¿Qué significan esas cifras? Que Donald Trump no es invencible.