‘El Bronco’ agoniza en NL y Coahuila
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Era el 4 de octubre de 2015. Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, desciende de su caballo ”Tornado” en una Arena Monterrey atestada de seguidores que acuden para testificar la tomar posesión como Gobernador de Nuevo León. En ese momento, el eufórico Bronco gritó a la multitud: “Ganamos porque nos atrevimos a ser broncos. Ser bronco es ser atrevido, simple, hablar con la verdad (por eso) siempre seré el mismo, pero algunos se van a ir al infierno a pagar sus pecados…”. La muchedumbre selló sus palabras enardecida.
Ese día, “El Bronco” terminaba su campaña, escrita como poesía preñada de reivindicación mesiánica; para empezar a gobernar, ahora sí, con los garabatos de la ilegible prosa adherida a la realidad del poder.
El dúo “Bronco”-Fernando Elizondo fusionaba el carisma político con la credibilidad moral. El 81.4 por ciento de los nuevoleoneses consideraba que“El Bronco” tenía la capacidad para resolver cada uno de los retos del estado (GCE: 01-10-2015). Cinco meses después, la realidad es diferente.
“El Bronco” puso en crisis la inversión de la empresa coreana Kia por 3 mil millones de dólares, 8 mil 840 empleos directos y más de 300 mil indirectos en el municipio de Pesquería.
Tres de sus promesas de campaña se derrumbaron: Cobrará la tenencia, continuará el Acueducto Monterrey VI y no permitirá la revocación de mandato. Su compromiso central: “Limpiar la casa”, quedó rebasado por las complejidades del poder que, de manera irónica, no supo preveer un hombre con 33 años de militancia priísta.
Conflictuado con presidentes municipales, diputados locales, federales y el Gobierno Federal, “El Bronco” no encuentra la salida; excepto ocultarse entre su verborrea y destaparse como candidato a la Presidencia de México en 2018.
Mientras eso sucede, su relación con Elizondo continua fracturándose, y prueba de ello, son las cinco renuncias de su equipo más cercano. La más obligada,fue la de Rogelio Benavides, exsubsecretario de Administración de la Tesorería Estatal, quien estuvo involucrado en un caso de corrupción por la compra de 200 mil cobertores a precios triplicados.
En Coahuila, después de lo sucedido en Nuevo Léon, ningún priísta en su sano juicio romperá filas para lanzarse de independiente. El resto deberá pensarlo, so pena de terminar en el infierno con “El Bronco”, para pagar su incapacidad por prometer y no cumplir los sueños encarnados de poesía de tantos otros.