El Desfile de las Nochebuenas
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La nochebuena es una flor de origen mexicana que es utilizada como emblema de la Navidad por muchos países en el mundo.
Así como el maíz, el frijol, el nopal, el aguacate, el cacao, el amaranto, la chía y la calabaza, que son productos alimenticios, hay flores como la dalia, el cempasúchitl, la bugambilia y los alcatraces que son originarias de México.
La cuetlaxóchitl es una heredad mexica cuyo nombre científico es Euphorbia pulcherrima, y es conocida como flor de nochebuena, especie de la familia Euphorbiaceae.
Por tradición cristiana que asocia el encuentro familiar y la celebración del nacimiento de Jesucristo, en la que se propicia el acto de regalar obsequios a los seres queridos; la presencia de las nochebuenas como adorno en el interior de las casas no puede faltar. En algunos jardines también se pueden observar estas flores, predominantemente rojas, coronando arbustos de singulares hojas.
En el Pueblo Mágico de Bustamante, hermano de Saltillo, y de los Pueblos Mágicos de Parras de la Fuente y Candela, Coahuila, la comunidad es altamente participativa y cohesiva.
Dotados de habilidades artesanales desde sus ancestros, los bustamantenses expresan sus talentos al decorar sus casas y pintarlas con tonos festivos: les encanta la fiesta y la celebración de la vida.
Desde hace seis años cada diciembre el pueblo y el gobierno local se preparan para organizar el Desfile de las Nochebuenas. Los comerciantes, empleados de gobierno y sobre todo las familias y las asociaciones civiles participan en un desfile sencillo, pero eso sí, desprovisto de la comercialización de productos trasnacionales.
El Desfile de las Nochebuenas integra a niños, jóvenes y adultos de todas las edades que preparan sus trajes para ser parte de una comparsa o columna caminando y a veces danzando por las calles del Centro Histórico.
En esta ocasión, apoyando junto a las autoridades municipales, los organismos de la sociedad civil hicieron “mano cadena” para colaborar en una posada en la que participó todo el pueblo, teniendo como marco la Plaza de Armas. En el kiosco se montó un nacimiento con figuras artesanales.
Un elemento central para que un pueblo adquiera oficialmente la denominación de mágico es la cohesión social, y Bustamante es ejemplo de ello porque sus habitantes lloran, ríen y contienden políticamente juntos.
No basta que un pueblo sea hermoso o no, y tenga o no belleza paisajística: cuentan las personas. Alguien me dijo que en México hay muchos pueblos con buenas personas, lo que es cierto, pero pocos pueblos tienen una comunidad con la calidad de anfitriones como los bustamantenses.
Asociaciones civiles como Pro-Educar, Padrinos de Bustamante, Fundación Ortega Treviño y Fundación Mundo Sustentable hicieron equipo con el gobierno local para que la magia de este pueblo singular siga manteniéndose viva en el Desfile de las Nochebuenas. La participación ciudadana es el pulso y rumbo del desarrollo de los pueblos. ¡Una feliz Navidad para todos los lectores de esta columna editorial!