El hombre transformado en padre
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Estamos a unos días de celebrar el Día del Padre, pero ¿qué significa ser papá? Sabemos que la maternidad transforma hormonal y emocionalmente a la mujer y ¿la paternidad transforma el cerebro del hombre? La ciencia tiene evidencia que los cerebros del hombre y mujer se transforma ante la crianza y cuidado de los niños. Hay evidencia biológica y psicológica que explica el por qué los niños tienen un mejor desarrollo cuando un papá está cerca de ellos.
Niños que son aceptados y amados por sus padres tienen menos riesgos de abandonar la escuela y ser delincuentes. Disminuyen peligros de tener una vida sexual activa tempranamente y tendrán trabajos mejor pagados. Su desarrollo intelectual será alto y sufrirán pocos problemas psicológicos en la adolescencia y adultez. El doctor Paul Amato, sociólogo de la Universidad Estatal de Pennsylvania, afirma que los padres tienen una gran influencia positiva en el desarrollo infantil.
Cuando ocurren malos divorcios no es bueno para los hijos, se incrementa la delincuencia, el fracaso escolar y el embarazo en adolescentes. El “Efecto del Padre” tiene una gran importancia en los niños, pero más en las chicas adolescentes. Una relación positiva entre el papá y la adolescente ayudará a formar una estructura emocional fuerte y una autoestima saludable para tomar buenas decisiones en ella, en sus amigos y su futura relación romántica. La interacción debe ser de cálida, por ejemplo, ver juntos la televisión no ayuda mucho.
Desafortunadamente, hoy la figura de padre está muy devaluada y muchas se ha minimizado su valor solamente como un proveedor de esperma. Muchas mujeres buscan hombres con cierta calidad física, intelectual y cognitiva simplemente por tener un buen esperma. Hay una falsa creencia que el niño solamente necesita a su madre para tener un desarrollo integral y feliz. Claro que sí se puede. ¿Cuántas madres solteras han podido sacar a su familia ellas solas? Claro que se puede. Pero es un error pensar que el hombre es un simple estorbo en la educación de los hijos. El padre es la otra cara de la mamá. Mamá es protección, cuidado y amor incondicional. Y papá es aventura, riesgo, iniciativa y empuje.
¿Cuántas veces vemos al bebé volar al techo y caer en los brazos de papá? ¿Cuántas veces papá suelta al bebé para que camine solo y tenga la experiencia “sí puedo”? ¿Cuántas veces el papá es el que empuja para que su hijo salga de casa y enfrente el mundo solo? Papá es el que empuja a la independencia, a no tener miedo a lo desconocido y enfrentar al mundo sin complejos.
No rebajemos o abaratemos la figura del padre. Los papás que pasan mucho tiempo con sus hijos tienen menos riesgos en sufrir problemas como depresión, ansiedad, baja autoestima y escolares. En el libro “The Role of The Father in Child Development” (“El Rol del Padre en el Desarrollo del Niño”) afirma que niños cuyos padres los acompañan presentan altos puntajes cognitivos y habilidades para la vida. El libro demuestra que los padres enseñan mejor a sus hijos a nadar o bicicleta porque son menos sobreprotectores y permiten a los niños más libremente que enfrenten nuevos desafíos.
Los padres y las madres son los maestros más importantes de los niños. Evitemos compararlos y menos, minimizar alguno de ellos. Ambos son los pilares para la formación de una familia plena. Festejemos ambos, pero esta semana le toca al padre. Tengamos un reconocimiento y agradecimiento por su labor de padre y no solamente como procreador. ¡MUCHAS FELICIDADES Y UN FUERTE ABRAZO A TODOS LOS PADRES!
@JesusAmayaGuerr