El hotel que es el terror de toda la NBA
Se encuentra en Oklahoma y muchos jugadores prefieren pagar su propio sitio que quedarse en el aterrador lugar
La pesadilla deportiva de Los Angeles Lakers lleva tres años quitándole el sueño a la gerencia de la franquicia, pero este fin de semana, justo antes de la Noche de los Difuntos, los delirios fueron más allá de las duelas.
Los Lakers se estaban quedando en el Skirvin Hotel de Oklahoma City, donde se midieron este domingo a Oklahoma City Thunder (vencieron los locales 113-96). Dos jugadores, Larry Nance Jr. y Lou Williams prefirieron no quedarse en el hotel, y es que las historias que habían escuchado era demasiado aterradoras como para jugar con fuego.
Dice la leyenda que en este edificio construido en 1911 se produjeron unas muertes extrañas. Uno de los socios del complejo hotelero, Jeff Scheruble, apareció muerto de un disparo. Los rumores comenzaron a esparcirse y dos versiones no confirmadas pero bien extendidas tomaron mucho peso. Cuentan que Scheruble fue amante de Effie, una de las limpiadoras del hotel. Ella quedó embarazada y unos cuentan que fue encerrada bajo llave en una habitación del décimo piso antes de que se quitara la vida. Otros afirman que saltó por la ventana con el bebé en sus brazos.
Lo cierto es que desde entonces, varias personas afirman haber visto, oído y sentido cosas extrañas mientras permanecían en el edificio. Lo explicó Steven Lackmeyer, un periodista de Oklahoma en un artículo publicado por Esquire hace menos de un año.
“Hay gente que dice haber escuchado a una mujer empujando un carrito de bebé que lloraba por los pasillos”, señaló el periodista.
Una de esas afirmaciones llegó directamente de un jugador de la NBA, Taj Gibson, cuando militaba en Chicago Bulls en 2010.
“En un momento dado, sobre las 12.15 de la madrigada, la puerta de mi baño se cerró de un portazo. No sé qué fue pero se cerró de manera muy fuerte. Me tomó un minuto darme entrar en razón sobre qué fue”, declaró a ESPN. Aparentemente sus compañeros también oyeron cosas extrañas y Derrick Rose fue uno de ellos.
“Si la gente habla de ello en la ciudad es porque debe ser verdad. Yo creo en esas cosas y aquella noche pasé miedo”, confesó hace seis años.
Otros jugadores sufrieron otro tipo de incidentes, como el caso de Kyrie Irving o Nick Young, quienes señalaron que la cama estaba llena de pequeños insectos que les provocaron picazones en todo el cuerpo. Tal fue así que Young, en su regreso al Skirvin Hotel este fin de semana colocó varias toallas sobre las sábanas y cubrió cada milímetro de su cuerpo, tal y como reportó el periodista, Mark Medina en el Orange County Registrer. Otros en cambio prefirieron no quedarse y pagar su propio hotel.
Williams y Nance Jr no lo dudaron, mientras que Ivica Zubac, quien de primeras se mostró incrédulo, acabó marchándose también. Wiliams fue el que más sensibilidad mostró con el asunto.
“No voy a jugar con eso. Prefiero pagar por mi paz mental. Si dicen que está encantado ya es suficiente para mí. No voy a tirar los dados”, apuntó. Mientras tanto, Metta World Peace, haciendo gala de su particular manera de contar las cosas, afirmó haber vivido una experiencia con fantasmas durante la noche del sábado, claro que su credibilidad quedó inevitablemente en entredicho.
“Los fantasmas me rodearon durante toda la noche. Yo lo acepté. De hecho llevaré a corte a uno de ellos por tocarme en los lugares equivocados. Estaba viendo una buena película y estaba cansado. No quería moverme”, alegó al explicar por qué no quiso cambiar de hotel como otros de sus compañeros.
Realidad o ficción, lo cierto es que este hotel de Oklahoma City esconde una leyenda que a muchos les pone los pelos de punta. Feliz Noche de los Difuntos.