El Insabi y los gobernadores
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La noticia de las últimas semanas y dentro de los triunfos de Andrés Manuel López Obrador fue la fotografía en la comida de Palacio Nacional, donde todos los gobernadores aseguraban estarían de acuerdo con el Insabi. Se les veía bastante sonrientes y satisfechos, parecía que por fin se habían puesto de acuerdo.
Sin embargo, esta semana, los gobernadores del PAN, en voz de Martín Orozco, gobernador de Aguascalientes, confirmaron que no firmarían el acuerdo de Insabi porque no se habían respetado los acuerdos.
¿Qué fue lo que pasó? Los gobernadores de Acción Nacional sostuvieron una reunión con el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y el subsecretario Hugo López-Gatell, en donde llegaron a un acuerdo para adherirse al Insabi a través de no ceder la infraestructura, pero sí la administración; una negociación que permitía a ambas partes estar cómodas. Sin embargo, López Obrador les dijo que ellos (el Secretario y el Subsecretario) no sabían nada de política y no era como ellos decían, sino que tenían que hacerlo tal cual lo planteaba el Gobierno Federal, no había margen de negociación.
Más allá de si el Insabi es buena o mala decisión en términos de política pública: por qué no tiene presupuesto contemplado para dar servicio de forma gratuita, o por qué es un problema de desabasto no de administración, y el riesgo que conlleva ceder toda la infraestructura de salud de los estados de un día para otro... Lo que el Gobierno Federal quiere en términos prácticos es centralizar todo el sistema de salud. Es decir, no cambiarán los hospitales, las enfermeras o los doctores, simplemente antes de llamarse “Clínica/Hospital del Estado” ahora serán “Clínica/Hospital del Insabi”
Pero, vayamos más allá de lo evidente. ¿Por qué es tan relevante qué no se respete un acuerdo entre gobernadores y un secretario de Estado?
El poder ejecutivo en las democracias contemporáneas no es igual al poder absoluto de un Presidente, eso sería un gobierno autoritario, una dictadura. El Poder Ejecutivo tiene que ver con el equipo de personas que ejecutan la política pública. En ese sentido, los secretariados de Estado y todo el gabinete (el equipo del Presidente) debe jugar un rol importante en este proceso. Sobre todo si hablamos de un país de 112 millones de personas tan extenso en territorio y complejo en sus retos sociales.
La política es el arte de traducir los conflictos en negociaciones y mediación. El gobierno es el sistema que regula estos acuerdos, este llamado contrato social que tenemos entre nuestros gobernantes y los ciudadanos.
En este orden de ideas, me parece más que preocupante que el presidente López Obrador desdiga lo que su equipo dice y no respete los acuerdos que éstos realizan, y peor aún, que diga que no hay espacio para la negociación. No podemos pensar que vamos a resolver los problemas que tiene el País si no nos sentamos a dialogar y debatir las ideas y propuestas que hay para solucionarlos.
La base de cualquier democracia tiene que ver con el dialogo, el debate y la capacidad de negociar de nuestros líderes políticos y sociales. Necesitamos más #CiudadanosdeTiempoCompleto que estén en los puestos de toma de decisión y así construir un México de manera plural, democrática y justa. No necesitamos un Presidente que sólo decida él y nadie más.
@garciacecy_ceci.garcia@dcamexico.org
