El Irlandés
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El primer encuentro que tuve en una sala de cine con ese tremendo binomio de creadores cinematográficos que conforman Martin Scorsese y Robert De Niro fue con “Toro Salvaje”, de 1980.
Esto fue a principios de los años 80 y coincidió con que “Toro Salvaje”, esa biopic brutal por la que De Niro sacrificó severamente el físico y le valió ganar el único Oscar como actor protagónico hasta el momento en su filmografía, era parte del programa inaugural del hoy extinto Cinemundo, antes Cinelena por la calle de Abasolo, y fue toda una experiencia como incipiente cinéfilo entonces de lo que el cine como como arte y entretenimiento pueden fusionar de la mano de un gran contador de historias pero también de un artista audiovisual del tamaño de Scorsese, quien ya para entonces había dado al mundo un primer gran clásico del cine como lo fue “Taxi Driver”, que no pude ver hasta mi edad adulta por haber salido a la luz durante la niñez y por ello “Toro Salvaje” fue mi “despertar” en ese sentido.
Justo una década después, a principios de los años 90, estando en la ciudad de Los Ángeles, California, para iniciar mis estudios de cine, coincidió el estreno en el Teatro Chino de aquella ciudad de “Buenos Muchachos”, filme que como “Toro Salvaje” no solo fue una historia extraída de la realidad en su caso de un novato gansteril que fue el mejor vehículo para volver a reunir no solo a Scorsese y De Niro como director y actor protagónico, sino también a ellos dos con Joe Pesci, actor como ellos de ascendencia italiana que por su respectivo trabajo histriónico en “Buenos Muchachos” obtuvo su obligado Oscar al Mejor Actor de Reparto de 1990 luego de haber obtenido su primera nominación a la estatuilla dorada precisamente por “Toro Salvaje”, en 1980.
El viernes pasado una de las salas de Rio Cinemas Alameda del centro de nuestra ciudad fue la única pantalla grande que le dio a Saltillo como parte de su estreno nacional la bienvenida a “El Irlandés”, la más reciente obra que reúne a Scorsese una vez más con Robert De Niro y Joe Pesci (casi 25 años después de no trabajar con ellos en otro clásico gansteril como lo es “Casino”, de 1995), pero con un agregado más que le da a este filme un “amarre” que todo seguidor de estos grandes no puede ignorar con la adición de otro primer actor como Al Pacino interpretando nada menos que el papel de Jimmy Hoffa, el controversial líder del sindicato de los traileros de los Estados Unidos en una época donde su influencia era tan decisiva para la actividad económica del país que ponía a sus gobernantes al acecho.
Muy a la manera de “Érase una vez en América” (Sergio Leone, 1984), que protagonizó precisamente Robert De Niro y fue exhibida en su momento justo en una de las salas de los Gemelos Alameda que hoy exhiben “El Irlandés”, esta última nos lleva de la mano de un veterano asesino a sueldo de ascendencia irlandesa de nombre Frank Sheeran (De Niro) recordando durante su reclusión en un asilo de ancianos su relación y posible involucramiento en la desaparición y supuesto asesinato de Hoffa a través de un “padrino” llamado Russell Buffalino (Pesci) en una larga pero satisfactoria oda a la amistad y los códigos de honor de “los gánsters viejos” que desembocan en uno de los mejores filmes del año y la década.
Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com; Twitter: @AlfredoGalindo