El sacrificio de ser estudiante

Ser estudiante en México es colocarse en una pista de carriles desiguales: no todos tienen la misma longitud ni los mismos obstáculos y, al final, no todos los corredores en la línea de salida llegan a la meta y, quienes llegan, tampoco tienen garantizado recoger todos los frutos del sacrificio. En un país donde 8 de cada 10 personas que nacen en pobreza permanecen toda la vida en esa condición, el acceso a las aulas se convierte en un privilegio. Alguna vez escuché a una joven universitaria poner en otra perspectiva, quizá más realista, los consejos de sus maestros: “Nos dicen que nos preparemos para salir al ruedo, pero el ruedo es este: la escuela; afuera es el matadero”.

Si revisamos los datos de los informes del Panorama de la Educación que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), encontramos que en nuestro país, el acceso de niños a las escuelas se ha incrementado considerablemente en los últimos años: en 2005 el 69% de los niños de 4 años estaban escolarizados, pero para 2016 el porcentaje creció hasta el 91%, superando la media de 87% de los países miembros de la OCDE. El problema, entonces, no es el ingreso, sino mantenerse y llegar hasta la educación superior. Es ahí donde México flaquea, pues apenas un 17% de los adultos de entre 25 y 64 años logran tener estudios universitarios, cuando el promedio de la OCDE es del 37%. Lamentablemente la situación económica adversa, que obliga a los jóvenes a llevar ingresos a sus hogares, es la principal causa de deserción.

¿Pero cómo están las cosas en nuestro entorno más inmediato? Coahuila cerró 2018 con una tasa de desempleo del 3.8%, que para el primer trimestre de 2019 había crecido a 4.7%. Como región, La Laguna se ubicó en el quinto lugar nacional de desempleo y un dato interesante es que, en 1998, los jóvenes de entre 15 y 29 años representaban el 52% de la mano de obra, porcentaje que bajó a 33% para 2018.

Ante ese panorama, ¿cómo se están formando actualmente los jóvenes laguneros? Según los datos que con motivo del Día del Estudiante presentó el Observatorio de La Laguna, actualmente hay en la región 101,751 jóvenes entre 18 y 24 años, es decir, en edad universitaria. Sin embargo, sólo el 40% del total está matriculado en algún plantel de educación superior.

¿Cuáles son las carreras que mayor demanda tienen? Según el mismo reporte del Observatorio de La Laguna, los jóvenes están optando por la Ingeniería Industrial, Administración, Contabilidad, Derecho, Educación y Mecatrónica. Esas son, por ende, las carreras que mayor volumen de egresados reportan, pero no en el mismo orden, pues la Educación es la disciplina de la que más jóvenes se gradúan, seguida por Ingeniería Industrial, Derecho, Administración, Contabilidad y Mecatrónica.

Pero, como ya decíamos, en un país que ofrece pocas oportunidades de movilidad social, muchos egresados se topan inmediatamente con pared. La Laguna reporta por año 6,500 chicos graduados de universidades y 10 mil de escuelas técnicas. ¿Y qué pasa después? Lamentablemente, al menos de inicio, a muchos los espera la desocupación o el trabajo mal remunerado: la tasa de desempleo juvenil es del 7.2% y 6 de cada 10 trabajadores jóvenes perciben salarios no mayores a 6,120 pesos mensuales.

De hecho, las largas jornadas con bajos salarios son una constante en el llamado “mundo laboral”. En La Laguna, del tercer trimestre de 2018 al primer trimestre de 2019, aumentó de 42.8 a 46.7% el número de trabajadores con salarios que oscilan entre los 3,060 y los 6,120 pesos mensuales.

Me parece que no le faltó razón a esa joven estudiante que, para usar otras palabras, calificó la consecución de un título universitario como una auténtica batalla, pero la colocación laboral y el desarrollo profesional como la verdadera guerra. En este momento hay 3 millones de mexicanos que sólo se dedican a estudiar, el 70% en el rango de 20 a 29 años; pero también hay qué encomiar al 2% que tiene entre 30 y 39 y al 0.2% que está en las aulas con más de 40 años. Ojalá que de todo ese auténtico ejército, sean mayoría quienes salgan enriquecidos y bien librados de la batalla.