El Vaticano considera que ostias sin gluten son inválidas
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Pide vigilar la calidad del elemento eucarístico; pide no recurrir a procedimientos que desnaturalicen el pan
Parece ser que hay una mala noticia para los católicos que prefieren las ostias sin gluten, pues el Vaticano las considera inválidas para el sacramento de la Eucaristía.
A través de una carta difundida el pasado 15 de junio, la Santa Sede señala que Por encargo del Papa Francisco, el documento exhorta "a vigilar sobe la calidad del pan y del vino destinados a la Eucaristía y, por tanto, a aquellos que los preparan", quienes deben ser personas honestas.
"Las hostias sin nada de gluten son materia inválida para la Eucaristía. Son materia válida las hostias con la mínima cantidad de gluten necesaria para obtener la panificación sin añadir sustancias extrañas ni recurrir a procedimientos que desnaturalicen el pan", señala en relación a las normas respecto a las personas que, por diversos motivos, no pueden tomar pan preparado normalmente o vino normalmente fermentado.
Los datos
El mosto, esto es, el zumo de uva fresco o conservado, cuya fermentación haya sido suspendida por medio de procedimientos que no alteren su naturaleza (por ejemplo el congelamiento), es materia avalada por el Vaticano.
La Carta está fechada el 15 de junio de 2017, Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo y está firmada por el cardenal Robert Sarah y por el arzobispo Arthur Roche, prefecto y secretario, respectivamente, de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El texto también recuerda que "el vino que se utiliza en la celebración del santo Sacrificio eucarístico debe ser natural, del fruto de la vid, puro y sin corromper, sin mezcla de sustancias extrañas. Téngase diligente cuidado de que el vino destinado a la Eucaristía se conserve en perfecto estado y no se avinagre», añade al tiempo que subraya que "está totalmente prohibido utilizar un vino del que se tiene duda en cuanto a su carácter genuino o a su procedencia".
La ostia ya se vende en supermercados, en otros negocios y a través de Internet, por lo que las autoridades eclesiásticas sugieren solicitar un certificado de validez.
