El veto presidencial

Hace una semana estábamos en la antesala de algo histórico, periodo extraordinario en el Senado; mariguana medicinal y Sistema Nacional Anticorrupción a escena. 

El saldo, nada bueno, el uso de cannabis para fines terapéuticos se fue al otro periodo, simplemente no se pusieron de acuerdo, después de meses de discusión, de foros organizados por el Gobierno, puntos de vista de especialistas, los senadores no fueron capaces de dar un paso adelante, no avanzó.

En el caso de la famosa Ley tres de tres, es cierto que el Sistema Nacional Anticorrupción fue aprobado en su mayoría, pero específicamente el artículo 29 donde estaba la esencia de la ley ciudadana, fue modificado. De último momento, también fue aprobado el artículo 32 donde se exige a empresarios, trabajadores y prestadores de servicios que tengan alguna relación con el Gobierno presentar su declaración patrimonial, de intereses y fiscal, en pocas palabras los patos tirándole a las escopetas, o dicho de una manera más correcta por Eduardo Bohórquez —de Transparencia Mexicana—  “Políticamente se puede interpretar como una revancha, ustedes quieren que la clase política se abra, pues nosotros les vamos a poner un artículo que los haga sufrir, que convierta una causa legítima en un trámite; no hay una reflexión de política pública en el tema y tampoco busca abonar a un clima de tranquilidad”.

Después de este gazapo, teníamos una esperanza —bueno en realidad nadie esperaba que hicieran algo— en la Cámara de Diputados tenían la posibilidad de discutirlos, de echar para atrás estos dos absurdos artículos, y no pasó nada, no cambiaron ni una sola coma.

Una instancia más, una última carta, el veto presidencial, el Ejecutivo Enrique Peña Nieto tomará la decisión en los próximos días (30 días hábiles como máximo) de echar para atrás estos dos artículos, o sólo uno (la noche del martes recibió a empresarios y es casi un hecho que el artículo 32 será “revisado” nuevamente).

El que está en el aire es el artículo relacionado a la ley tres de tres, ¿qué necesita el Presidente para echar atrás la redacción actual donde se deja abierta a la interpretación y a decisión de cada funcionario la declaración? 

En un mundo ideal el Presidente aprovecha esta oportunidad (única)  y veta de manera parcial las leyes, así lo dicta el artículo 72 inciso C de nuestra Constitución “El proyecto de ley o decreto desechado en todo o en parte por el Ejecutivo, será devuelto, con sus observaciones, a la Cámara de origen. Deberá ser discutido de nuevo por ésta, y si fuese confirmado por las dos terceras partes del numero total de votos, pasará otra vez a la Cámara revisora. Si por ésta fuese sancionado por la misma mayoría, el proyecto será ley o decreto y volverá al Ejecutivo para su promulgación”. 

Todo esto es un supuesto, se decidirá en los próximos días, esperemos el Ejecutivo reaccione ante la ley anticorrupción más importante en la historia del País.